David Otero: «El éxito es saber cómo estás y trabajarte»
Su nuevo disco, «1980», es un viaje en el tiempo hacia el año en el que nació para rescatar a ese niño que sigue siendo.
Su nuevo disco, «1980», es un viaje en el tiempo hacia el año en el que nació para rescatar a ese niño que sigue siendo.
e aquí un travieso juguetón de 38 años, un cúmulo de sentimientos a flor de piel, un cantautor adicto a los teclados y a las guitarras. He aquí el canto de un niño, la voz de una letra, el llanto y la risa de una persona sensible –y cercana– empeñada en conocerse para trabajarse y mejorarse. David Otero ha viajado hacia el pasado para componer su nuevo disco, que ha bautizado con el nombre del año en el que nació. «1980» es una apuesta por el pop electrónico, un álbum que empezó a construirse desde el tejado y con el que no sabrá lo que busca hasta que empiece a encontrarlo.
–Ha hecho usted un viaje en el tiempo.
–Sí, totalmente, para rescatar cosas que me parecían muy bonitas de mi juventud y de mi infancia, como por ejemplo la música, que ya en los 80 me impulsó a desarrollar esa pasión que tuve desde tan pequeño. Mi locura siempre han sido los teclados y las guitarras... me fascinaban, me volvían loco.
–¿Es bueno viajar al pasado?
–Para el que le apetezca... sí. Vivir en el pasado, no; pero viajar de vez en cuando y no anclarse...
–¿El pasado nunca vuelve?
–No. Y el futuro nunca es como te lo imaginas. La vida es súper impredecible.
–Si pudiera viajar en el tiempo, ¿lo haría hacia el pasado o hacia el futuro?
–Me quedaría en el presente. Pero solo me gustaría viajar en el tiempo si pudiese hablar y reencontrarme conmigo mismo.
–Nació en 1980. ¿Qué guarda usted de aquella década?
–Parte de ese niño que fui, que tan bien se lo pasó en su infancia y que tanto soñó con ser feliz.
–¿Sigue siendo un niño?
–Sí. Todos los que trabajamos en este mundo somos unos niños a los que nos gusta jugar. Lo más importante es ser juguetón y tener humor, ya que la música popular tiene un toque más desenfadado. Quienes nos dedicamos a este tipo de música tal vez seamos los que nos quedamos con ganas de pertenecer al mundo de la música más elaborada, meticulosa. Somos como los que practican deporte los domingos y ven a quienes corren maratones.
–¿Qué busca con este disco?
–Nunca se sabe lo que se busca hasta que se empieza a encontrar.
–¿Continúa siendo el suyo el canto de un loco?
–No lo sé. Nunca me he sentido ni loco ni cuerdo, sino entre medias. En este caso sería el canto de un niño.
–Se apodó El Pescao, pero usted es vegetariano. ¿Cuál es su plato favorito?
–El arroz con verdura, tipo paella.
–Alguna vez me dijo que el éxito era vivir sin estrés. ¿Vive estresado?
–El éxito es saber cómo estás y trabajarte. Vivir sin estrés es muy difícil, pero cuando haces algo que de verdad te apasiona y dejas de lado el estrés todo fluye. El éxito en mi vida está en conocerme, descubrir cómo estoy –no solo como soy– y entrenarme para ser mejor persona.
–Pero, ¿es usted una persona con éxito?
–Soy una persona lo suficientemente bien tratada por la vida en muchos campos. Para ser campeón de Fórmula 1, por ejemplo, hay que sacrificar muchas cosas. Yo, en cambio, nunca sacrificaría algunas partes de mi vida por el éxito, que cuando se ansía tanto se empiezan a descuidar otras cosas. Es complicado compatibilizar una estabilidad psicológica con la búsqueda permanente del súper éxito. Yo he decidido darlo todo por la música, pero también ser muy feliz con mi familia, mis hijos, mi gente..., que me aportan igual que la música y me ayudan a tener una vida más equilibrada. Además, el éxito musical muchas veces llega cuando no te obcecas.
–¿Compositor o cantante?
–Cantautor. Si no cantara no compondría.
–Atraviesa un buen momento creativo. En los dos últimos años ha sacado dos discos...
–Tal vez porque hay muchas cosas que me hacen sufrir.
–¿Qué es lo que más le hace sufrir?
–Yo mismo. Mirar hacia fuera cuando tengo que trabajar desde dentro. Si lo comprendes puedes trabajarlo. Y ahí estoy.
–¿Y qué le hace feliz?
–El proceso (piensa), el sufrimiento –cuando es parte del proceso de la vida que te hace evolucionar– y sentir que estoy encontrando respuestas me hace feliz. Cuando estás muy estático emocionalmente te pueden pasar pocas cosas. He intentado provocarme a mí mismo estabilidad emocional, queriendo que me inspirase creatividad. Pero me he dado cuenta de que tal vez no sea el mejor campo de cultivo. Por eso me he dejado llevar por mis sentimientos. Y a partir de ahí hago canciones.