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'DeBÍ TiRAR MáS FOToS': Bad Bunny cambia el reguetón para siempre

En su sexto álbum de estudio el puertorriqueño revaloriza sin opción a debate el reguetón y el dembow, con grandes dosis de reivindicación, celos o nostalgia
'DeBÍ TiRAR MáS FOToS': Bad Bunny cambia el reguetón para siempre
Montaje que Bad Bunny ha compartido en sus redes sociales, donde detrás del cantante aparece como fondo la portada de su nuevo álbum «Debí tirar más fotos»
Concha García

Madrid Creada:

Última actualización:

El perreo de Bad Bunny es el que más fuerte azota. Mantiene las cabezas bien altas y las caderas hasta el suelo. Acaricia con el disfrute a la vez que pellizca y deja huella. Algo salvaje se desata en el más primitivo instinto al escuchar «EoO», y que ya lo experimentamos hace unos años con «Safaera». Esta canción del álbum «YHLQMDLG» (2020) dio un inflamable repaso a las posibilidades del reguetón que ahora explota con el otro tema. «EoO» es una de las diecisiete canciones que Benito, el conejo malo, ha regalado a sus seguidores por el año nuevo, y la repercusión está siendo mundial. «DeBÍ TiRAR MáS FOToS» es su sexto álbum de estudio, y hay mucho más que ese triunfal «bellaqueo» musical. Ahí reside el éxito de Bad Bunny: en que revaloriza sin opción a debate los ritmos urbanos, el reguetón y el dembow. Larga vida al cruce de la intensidad con el «bailoteo».
En una silla de plástico bajo el fresco sol del jardín se ha sentado el puertorriqueño para tratar de arreglar el mundo. En la otra silla nos hemos ubicado las miles de personas que desde el 5 de enero llevamos escuchado la versatilidad de Benito a la hora de pasar de la emotiva balada de «BOKeTE» a la salsa de «NUEVAYoL». Y escuchamos con atención. Además de hacer lo que le da la real gana, a lo largo de estas canciones Bad Bunny también asienta su madurez como artista influyente, y demuestra que no todo es «chingal» en lo urbano, sino que también se reivindica. Promete un «Baile inolvidable» al mismo tiempo que da voz a lo que las personas de su barrio a diario lamentan. En canciones como «LO QUE LE PASÓ A HAWAii» ha recuperado la esencia de la canción protesta para alzar la voz sobre los problemas que se viven en su amado Puerto Rico. A todos nos han entrado ganas de viajar a ese aparentemente paradisíaco lugar. Para bailar por sus playas pero también para abrazar a todos aquellos que sobreviven aún habiendo sacado con orgullo sus banderas. Veremos si en el próximo disco, en lugar de denunciar la gentrificación de su tierra tiene que sacarle la puntilla a la masificación turística (anunció este lunes que no saldrá de sus fronteras a corto plazo, pues ofrecerá 21 conciertos dentro de ellas, pero sí hará gira mundial más adelante, con fechas en España incluidas).
Además de «picheo» y «jangueo», en la música de Benito también hay denuncia y, cómo no, «romantiqueo». Le canta a sus celos, a sus inseguridades, a sus sentimientos. No está de más recordar que los hombres también pueden de vez en cuando fluir en sus sentimientos. Pero quizá lo que más haya atrapado a los seguidores de Benito ha sido que, con este disco, nos ha traído de vuelta a nuestros hogares. Ese susurro musical que agarra el pasado para mirar con ilusión al futuro es el que nos mantiene agarrados a la silla. Debe ser algo generacional lo que transmite la canción que da nombre al álbum: con «DtMF», y manteniéndose el artista como un género musical en sí mismo, lo que realmente nos azota es la realidad. Sí, Benito, todos debimos tirar más fotos. A nuestras familias cuando nos rodeaban antes de tener que irnos a la ciudad a buscarnos la vida. A nuestros abuelos, que estamos de acuerdo en que deberían ser eternos. Al esfuerzo a pesar de los alquileres y las presiones. A esas parejas que se marchitaron a lo largo del impasible tiempo. A lo que ya no tenemos. Pero pertenecemos a una generación resolutiva y optimista. Por ello, ahora más que nunca todos deberíamos empezar a tirar más fotos a lo que nos hace felices, a lo que sepamos que en un tiempo recordaremos con un suspiro. Y nunca dejar ese sudoroso y adictivo ejercicio del perreo.