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Esta Morente sigue jugando

Soleá publica «Ole Lorelei», un disco que va de Camela a los fandangos de Vallejo pasando por un cante con «auto tune»

Soleá Morente, buscando su camino como una utopía
Soleá Morente, buscando su camino como una utopíalarazon

Soleá publica «Ole Lorelei», un disco que va de Camela a los fandangos de Vallejo pasando por un cante con «auto tune»

En la educación musical de los Morente nunca ha habido prejuicios, pero de los tres vástagos del genio, hay una que sigue una senda paralela a la del gran Enrique. Es Soleá quien más está arriesgando en su carrera artística, quien más desacomplejadamente explora territorios más allá del Albaicín y quien vivie, como su padre, la contemporaneidad de una forma más mestiza. Ese es el signo de los tiempos en el fondo y ese es el leit motiv que guía el segundo disco en solitario de la mediana de los Morejnte: «Ole Lorelei» está fraguado, desde el título, a partir de un melting pot de influencias que combinan la exclamación más flamenca que cabe, con el título de un tema del grupo de pop electrónico Cocteau Twins. Influencias francesas, indie, producción a lo Camela, flamenco que tira al Sacromonte.

«Me gusta tanto un fandango de Vallejo o de Fernanda de Utrera como el ''Lorelei'' de Cocteau Twins. Me emocionan igual y hay algo dentro de mí que me lleva a los dos puntos a la vez. No sé muy bien por qué, pero es como el deseo utópico de anhelar la paz mundial. (Ríe). Puede que sea una ilusa por intentarlo, no sé...», comenta la artista sobre su imaginario. Una situación que no le crea conflicto: «Yo lo vivo con naturalidad. Parece ser que es mi naturaleza, y ya lo expresé lo mejor que supe en el disco anterior. Me he criado en una casa con mucha música y he tenido un padre que no ha tenido ni miedos ni vergüenza a la hora de cruzar fronteras. Y eso ha calado en mí –comenta Soleá en referencia a ''Tendrá que haber un camino'', su anterior trabajo–. Tengo necesidad de escuchar esto y lo otro porque es como me he educado».

Así que Morente sigue buscando ese camino que por algún lado debe de discurrir. «En el anterior disco hallé uno y fue un aprendizaje increíble. Pero es verdad que ahora con Alonso estoy en otra vereda. Pero con el bagaje que ya tengo», comenta en referencia a Alonso Díaz, de los grandinos Napoleón Solo, su aliado para este álbum, que presentan juntos en Madrid el miércoles 18.

Flamenca «aunque les pese»

«Yo me quede con las ganas de haber hecho algunas cosas en el anterior trabajo y a Alonso le comenté que me habían faltado cosas por decir. Estilos y colores por tratar. Y él vino a los pocos días con el single que hemos sacado», el tema «Ya no solo te veo a ti», que fue el germen del álbum. «Encontramos un sonido que nos atraía y dimos el primer paso del camino: y que sea lo que Dios quiera». Pero no fue una vereda recta hacia el horizonte, sino más bien un itinerario lleno de sorpresas. «Sí, porque, como te comentaba antes, hay en el disco un punto Grecas y también algo de Jane Birkin. Y también de Triana, por supuesto». Y un inconfundible aire a los Camela, que, con Las Grecas, gozan de ser reivindicados como «boutade» pero en el fondo nadie escucha en serio. «Pues no sé cómo se ha podido llegar a ese punto, con los pedazo de discos que han hecho. Es que no se trata sólo de ''Te estoy amando locamente'' sino de muchos ''hits''. Son familia lejana mía y me siento súper orgullosa. No se puede cantar mejor y con más corazón. Y además, en la época que triunfaron, dos mujeres... es una música de barrio y eso es lo que tienen», comenta. «Eso que dices de tomarse a Camela a broma, es cierto, pero yo siempre me acerco a estos grupos con muchísimo respeto y creo que nadie debería intentar hacerse el gracioso. Yo lo llevo dentro y no sé por qué no lo iba a reivindicar. Es mi sentimiento y lo voy a mostrar siempre si es lo que me nace».

Durante todo el disco existe esa tensión entre estilos: temas pop empapados de cante, y, por el otro, cante vestido de pop. «La misa que yo voy (soleá de Bernarda de Utrera con auto-tune)», «Grandes locuras (alegrías de Morente)», «Por tu querer como un niño (fandango de Vallejo)» y, en menor medida, «La alondra (martinete)» son la antítesis del pop que domina en los otros cortes, aunque con tratamiento asimilable. ¿Cómo se siente Soleá con el flamenco puro? «Es mi raíz, y cada día soy más aficionada. Escucho más cantes cada vez y...» ¿La consideran una intrusa? «Yo vengo de una casa de artistas. Eso es una realidad y está ahí. Que haya gente que me considere intrusa sí puede ser, pero yo nací flamenca por mucho que les pese a algunos. Si no les gusta lo que hago, tan fácil como no escucharme».