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Fangoria: "Hay prejuicio contra lo español en la música"

Publican un disco de versiones con dos almas: una pop, de Los Planetas y La Buena Vida; y otra techno, de OBK y Ku Minerva: «¿Por qué los festivales sí aceptan a J Balvin o Bad Bunny en contra de lo que decían antes y no a OBK?».

Foto: Anuska Sandroni
Foto: Anuska Sandronilarazon

Publican un disco de versiones con dos almas: una pop, de Los Planetas y La Buena Vida; y otra techno, de OBK y Ku Minerva: «¿Por qué los festivales sí aceptan a J Balvin o Bad Bunny en contra de lo que decían antes y no a OBK?».

Se presentan a la sesión de fotos como si fueran «La Familia Adams», pero no es que hayan perdido su manera lúcida y frívola de mirar la vida. Fangoria, es decir, Alaska y Nacho Canut, publican la primera parte de lo que serán dos volúmenes de versiones de grupos españoles separados por la bisagra del cambio de siglo. En este primero, «Extrapolaciones y dos preguntas 1989-2000», hay dos almas diferenciadas: el pop de fina escuela hecho en España por La Buena Vida, Los Planetas, Family o Ellos, y ese venazo discotequero de Ku Minerva y OBK, cuyos «Historias de amor» y «Estoy llorando por ti» estaban pidiendo a gritos un revival. Mañana, en el WiZink Center, presentan sus nuevos temas.

–¿Merecían una reivindicación?

–Nacho Canut: No. La reivindicación es el éxito popular, que es la única válida y posible. Da igual que te digan que eres lo peor en una revista. Si va mucha gente a verte, vendes muchos discos y luego, cuando diez años después alguien dice «Estoy llorando...» te sale la letra, ya estás reivindicado. Lo que haya que reivindicar, malo. Eso no es música pop buena.

–Pero mencionáis en la hoja de promoción que OBK...

–Alaska: Es que es una realidad, empezamos juntos. Nosotros 5 años después, sin discográfina ni nada, estábamos en el Sónar. Yo entiendo que hay una forma de ser y de hacer letras y que puedes ser más mainstream. Y a lo menjor no encajas en el espíritu original de un festival, que es más «arty», pero... es como pasa con Camela.

–N.C.: ¿Cómo se explica que un grupo de techno que además es catalán y todo no vaya?

–Parece que se derriban prejuicios y ahora caben en esos festivales Bad Bunny (Sónar) y J Balvin (en el Primavera Sound).

–N.C.: No lo sé, porque esos que has nombrado son de fuera, pero si hubieran nacido aquí, igual no. El reguetón está mejor visto. ¿pero llevan a Vetusta Morla? No. El prejuicio sigue. Es español, o no sé cómo se dice... ¿caste...? bueno, del Estado español o como se diga, no lo llevan. Si es de fuera, sí. El prejuicio sigue estando.

–A.: A ver, imagino que en un festival más radical tampoco entraríamos nosotros. No sé, es complicado. Y siempre está aquello de no me gustas y no te llevo y ya está.

–Este disco es muy 2019.

–N. C.: Es que somos un grupo pop, y eso es lo que hacen otros como los Pet Shop Boys, que tienen una personalidad fuerte pero oyen lo que sucede en el mundo. A mí me encnata lo que está haciendo Ariana Grande, quiero sonar así. Y lo incorporamos.

–A.: No lo vivimos como una adaptación, es que se nos va pegando.

–Han hecho hasta un reguetón-bacalao.

–A.: Lo hicimos en el «Huracán Mexicano», pero le metimos la velocidad del bacalao yu nadie se dio cuenta de que llevaba reguetón. Es demasiado lento para lo que nos gusta, porque nosotros somos de estribillo y subidón.

–N. C.: Trabajamos con Guille Milkyway, y él está intentando frenarnos siempre, que no nos aceleremos tanto, que no está de moda. Luchamos con eso.

–Son temas muy diversos pero todos tienen cierta intensidad melodramática. Por buscar un nexo.

–N. C.: Ah, mira, pues igual a nivel de letras, sí...

–A.:. Son un poco desgarradas, algo tremendas, ¿no? Y las canciones nuevas, que dice Nacho que siempre se inspira en...

–N. C.: Pienso en Joan Crawford y Bette Davis cuando se quedan solas y hablan libremente. Y se dicen la una a la otra: «Eso no me lo vuelvas a decir en público». Son letras que podrían formar parte de diálogos de «Dinatía», o, si quieres la versión moderna, de «Empire». Ese tipo de diálogos a los que le quitas la palabra zorra o perra pero te queda toda la tensión. Esas mujeres de armas tomar... como cuando se veían Sara Montiel y Marujita Díaz en «Sálvame» y Sara le pregunta a la otra: «¿Qué decías de mí...?».

–Siempre empezamos hablando de Hollywood y acabamos en «Sálvame».

–¡Claro! Es el mismo material pasivo-agresivo.

–¿Le han pedido permiso a los versionados? ¿eso se hace?

–A.: Todos se enteran cuando sale el disco. Nadie se puede molestar, porque en realidad es un homenaje. Solo estás obligado a pedir permiso si cambias la letra.

–Me sorprendió al principio que eligieran a Los Planetas.

–N. C.: Mira, Erik fue nuestro batería, nos han producido Banin y Florent, y con Jota tenemos mucha relación... incluso compartimos el manager un tiempo.

–A.: Compartimos muchas referencias... yo cuando voy a verles es como estar con Spiritualized o con The Jesus & Mary Chain. Es el sonido que nos gusta, nos sentimos más cercanos a ellos que a OBK.

–¿Alguna vez harían una canción política?

–N. C.: No, porque tienes que estar muy seguro y a mí no me gusta adoctrinar. Pero es que yo leo mucho mucho mucho más de política de lo que es normal.

–A.: Como dicen en «Callejeros», así está usted, señora.

–N.C.: Estoy muy politizado, pero de todos los lados. Y por eso no puedo discutir, porque entiendo todos los puntos de vista. Pero cuanto más leo, menos sé. Y claro, también está que esas ideas llevadas a la realidad...

–A.: Yo lo que recomiendo es leer menos noticias y más libros. Porque las noticias te convierten en un padre angustiado: «Niño, que están robando, que viene la crisis, que viene la izquierda o la derecha...». Y esto parece la película de Eloy de la Iglesia «Miedo a salir de noche». Todo el mundo tranquilo, que no pasa nada.

–Son ustedes diferentes.

–A.: Está en la mano de cada uno ser la excepción.