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La contabilidad privada de Kylie Minogue

La contabilidad privada de Kylie Minogue
La contabilidad privada de Kylie Minoguelarazon

Dicen de Kylie Minogue que ella siempre ha admirado a Madonna y ha sobrellevado las insopoportables comparaciones de sus carreras. Y que no sólo deseaba ser como ella, sino que quería ser ella misma, incluso cuando vendía cuatro veces más discos que la estadounidense. Sin embargo, después de 25 años de carrera, Minogue ha encontrado su propia voz y desde luego su pódium en el mercado del pop a base de algo que se estila poco entre sus congéneres: la sonrisa y la luz en vez del escándalo. La cantante ha demostrado ser especialista en requiebros y en dirigir su destino. La pequeña diva, de 1,65 metros y 46 años, presenta su disco «Kiss Me Once» en Madrid (13 de octubre) y Barcelona (14), donde desplegará un espectáculo de atuendos burlesque y plataformas desafiantes.

Querido Nick Cave

Querían hacer de ella el prototipo de chica humilde, sencilla y mona, y ella se empeñó primero en ser «indie» y después en cantar para los adultos. A principios de los noventa decidió tomar el control de su carrera, que otros ya estaban empaquetando para regalo, y sorprendió con un dueto imposible con su compatriota Nick Cave. Fue en 1994, con el tema «Where the Wild Roses Grow», una decisión que el truculento cantautor justificó al decir que «Better The Devil You Know», un tema anterior de Minogue, contenía «una de las letras más violentas y angustiantes de la música pop», lo cual no es poca cosa viniendo del demoníaco Nick. Aquel gesto simbólico le aportó una nueva credibilidad y una amistad que ambos mantienen hasta hoy: Minogue hace un cameo llamativo en «20.000 días en la tierra», la película que se acerca a la vida de Nick Cave (y que llegará próximamente a España) cuando surge en la parte trasera del coche que conduce para preguntarle cosas sobre su vida. En esa misma película, Cave cuenta que la persona que les presentó a ambos fue Michael Hutchence, cantante de INXS, con quien una Minogue veinteañera mantuvo una relación que rompió con la imagen de la angelical rubia para alumbrar a la nueva diva. Aunque tras apenas dos años fracasaron como pareja, mantuvieron una buena amistad hasta que Hutchence fue encontrado muerto en un hotel de Sydney en 1997. «Le echo mucho de menos», declaró a una televisión británica el mes pasado. En esta gira también cierra otro círculo con él, cantando «I Need You Tonight», de INXS. Como estrela del pop, Minogue se aleja bastante de la típica niña caprichosa. Conoció el éxito mundial con la omniprensente «I Can’t Get You Out Of My Head», tema que vendió por sí solo 5 millones de discos. Después, sus siguientes trabajos cayeron en la atonía y cuando trataba de remontar el vuelo, en plena promoción del álbum «X», le diagnosticaron un cáncer de mama. Se tomó su lucha personal como una campaña humanitaria (y marketiniana) global y salió adelante. Llevó su lucha contra el cáncer a los calendarios de Mario Testino. De hecho, con su vuelta en 2007 llegaron sus mejores años. El Tour KylieX recaudó 70 millones de dólares y culminó con los nombramientos de oficial de la Orden del Imperio Británico y caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia.

La pequeña artista inició una relación con el modelo español Andrés Velencoso. En esa fase de su vida lanzó «Aphrodite», un disco y una gira extravagantes, pero que la colocaron en un estado que ella misma ha definido de «insatisfacción permanente». Para muchos, su erotismo eclipsaba lo que en realidad es Minogue: una cantante de pop. Rompió con Velencoso y también con el que había sido su asistente durante 25 años, Tery Blamey, «el hombre con el que más tiempo he compartido en mi vida». Ella definió la decisión como una manera de «alejarme de mis viejas costumbres». Incluso probó con el cine de culto (tuvo un papel destacado en «Holy Motors», de Leos Carax) y algunas películas de bajo presupuesto, pero tampoco abrieron el camino que buscaba. Para su compatriota, el director Baz Luhrmann, la cantante tiene «erostismo y vulnerabilidad a partes iguales». En todo caso, ella sigue contando los años por triunfos.