Muere el legendario pianista Alfred Brendel a los 94 años

El pianista austriaco Alfred Brendel ha fallecido hoy a los 94 años en su casa de Londres, según ha hecho público su familia. Brendel ha sido uno de los grandes exponentes mundiales de la interpretación musical del siglo XX, soberbio intérprete del gran repertorio pianístico desde Mozart y Beethoven a Schoenberg y Berg, además de notable teórico, escritor, poeta y pedagogo.

Pese a ser considerado un pianista austriaco, Brendel nació en la localidad checa de Vízbermk en 1931. Su infancia transcurrió en la capital croata, Zagreb, y luego en Graz, donde residió durante los duros años de la Segunda Guerra Mundial.

Sus comienzos musicales fueron titubeantes. Durante su adolescencia, apenas recibió lecciones de piano, aunque asistió a clases impartidas por Edwin Fischer y Eduard Steurmann. Su primer recital tuvo lugar en Graz, a la edad de 17 años. A los 21 años grabó su primer disco, que incluía el Concierto para piano nº 5 de Prokofiev. Muy pronto, su actividad discográfica y concertística tomó impulso, y no tardaría en realizar, para la firma Vox, la primera de las tres integrales de las Sonatas para piano de Beethoven, compositor que se convirtió en un auténtico talismán y caballo de batalla de Brendel.

Durante la década de los setenta se convirtió en una de las grandes vacas sagradas del pianismo mundial, firmando un importante contrato con Philips que daría comienzo a lo que hoy en día se considera uno de los más importantes y vastos legados discográficos de la segunda mitad del siglo XX. Por esa época fijaría su residencia en Londres, ciudad en la que residió hasta su muerte.

Artista inclasificable, su estilo combinaba el rigor intelectual con el espíritu poético de forma única e inimitable. Su repertorio como solista era muy amplio, y se prodigó tanto en calidad solista y en su faceta de concertista, apartado este en el que colaboró asiduamente con los más importantes directores y orquestas del orbe. Más allá de su mencionada relación con Beethoven, Brendel renovó de manera decisiva el enfoque interpretativo de autores como Haydn (pocos realzaron tan bien su componente humorístico), Schubert (defendió las grandes arquitecturas formales de sus sonatas frente a modas y prejuicios) y Liszt, al que rescató del tópico virtuosístico-brillante para individuar los fermentos más innovadores de su escritura.

Su magisterio influyó en pianistas más jóvenes como Paul Lewis, Till Fellner, Kit Armstrong o el español Juan Carlos Garvayo. El compositor Mauricio Sotelo le dedicó la pieza Ancora un segreto. Brendel fue también un profundo teórico y un magnífico poeta. Entre sus textos se incluyen ensayos como Musical Thoughts and Afterthoughts (1970), Music Sounded Out (1990) y poemarios como Cursing Bagels (2013).