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Música

Oasis: inflación, peleas y cataratas de cerveza

Expertos advierten de los efectos de las grandes giras en los datos macroeconómicos. Mientras, en Wembley el grupo estableció un récord mundial al consumirse 250.000 pintas de cerveza

Liam Gallagher from the band Oasis performs during their reunion concert on Friday, July 4, 2025, in Cardiff. (Photo by Scott A Garfitt/Invision/AP)
Britain Oasis ConcertScott A Garfitt/Invision/APAgencia AP

Es un fenómeno enorme. Se estima que la reunión de la banda de Manchester Oasis ha vendido más de 900.000 entradas para la gira que todavía está en curso en Reino Unido e Irlanda. La vuelta de los Gallagher ha provocado una fiebre de enorme magnitud que ha cruzado Gran Bretaña de norte a sur y que ha generado un inmenso negocio colateral. Billetes de avión, habitaciones de hotel, toneladas de merchandising (su línea de productos con la marca Adidas va a marcar récords de ventas) y, por supuesto, cataratas de cerveza. Como bien sabe hacer el mercado aprovechando los eventos que mueven sentimientos, cada una de las transacciones anteriores se ha realizado a un precio muy superior a las condiciones normales. Y tantas compras a tan alto precio tienen un efecto: la temida inflación.

Muchos analistas financieros ya lo alertan. La gira de los Hermanos Gallagher va a tener un impacto en la economía británica de aumento del consumo pero puede traer un efecto adverso en la contabilidad de los precios a final de año. Según estimaciones de la entidad Barclays, los seguidores de Oasis que asistirán a los conciertos gastarás en su conjunto más de 1.000 millones de libras, con un promedio de 766 libras por persona. El banco de inversión TD Securities acaba de publicar su propio estudio sobre el impacto de las actuaciones de la banda solo en la ciudad de Edimburgo. Sus conclusiones apuntan a que la inflación general aumentará hasta cuatro puntos para sus habitantes. Como ejemplo, las reservas de hotel para un día antes del concierto reflejaban un precio un 65% superior para la categoría de tres estrellas y un 50 para los de cuatro.

Esta preocupación es un buen indicador de cómo los grandes eventos musicales han adquirido un peso específico que no tenían en el pasado: se han convertido en un peligro para la inflación por la capacidad de influir en los precios del sector servicios. Y no es la primera vez que sucede: el año pasado, el «Era’s Tour» de Taylor Swift ya tuvo un impacto similar, especialmente en la economía estadounidense, donde la de Pennsylvania llevó a cabo una extensa gira, mientras que en Europa su presencia se redujo a una o dos noches por cada país. Sin embargo, en esas fechas, los precios de alojamientos, restauración, medios de transporte y el comercio sufrieron enormes repuntes (de hasta el 24 por cien en el caso de las habitaciones de hotel) que tuvieron su impacto en las grandes variables económicas y que se llegó a denominar «Swiftonomics».

Las cifras dejan, también, anécdotas: en uno de los cinco conciertos que Oasis ofreció en Wembley se dio un hecho inédito: los seguidores de la banda establecieron un récord mundial al consumir 250.000 pintas de cerveza. La cifra alcanzada en Wembley no tiene precedentes en la historia del estadio. El volumen de cerveza servido durante cada noche de los conciertos de Oasis duplicó ampliamente el promedio registrado en otros eventos recientes. Por ejemplo, los shows de Coldplay en 2024 promediaron 120.000 pintas por noche, mientras que las presentaciones de Taylor Swift llegaron a 40.000. Menuda goleada la de los Gallagher que, sin embargo, han perdido la carrera de los modales: las autoridades han pedido a Liam que no arroje al público las maracas ni la pandereta que toca en cada concierto, para evitar peleas. «No sabéis comportaros, joder», tuvo que decir a su público desde el escenario en Londres, para justificar que no regalaría sus instrumentos desde esa noche. Taylor Swift empata el partido.