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OCNE, próxima temporada

La Razón
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Se presentó para la Prensa la próxima temporada de la OCNE en el Auditorio Nacional. En la mesa de presentación Montserrat Iglesias, directora general del Inaem, Félix Alcaraz, David Afkham y Miguel Ángel García Cañamero, directores técnico, principal director musical y director del coro respectivamente. Respecto a los cargos, ¿por fin se va a renovar el contrato de Afkham? ¿Por cuánto tiempo? ¿Va a seguir figurando como director principal en vez de titular aunque ya lleve cuatro años como tal? ¿Por qué no es, a su vez, director artístico como lo fueron antes otros titulares y actualmente el cargo lo ejerce el director técnico? La temporada se asienta en siete programas de Afkham, cinco de Juanjo Mena como director asociado, dos de Cristoph Eschenbach como principal director invitado, y uno de Josep Pons como director honorario. «Paroxismos» es el título inventado para esta ocasión. Se dijo en la presentación que Afkham se centraría en el repertorio clásico y Mena más en el romántico. Sin embargo, el primero, aunque se enfrentará a «La Creación» o la «Misa Nelson» de Haydn, abordará también «War Requiem», «Gurre-lieder», «La consagración de la primavera», la «Sexta» de Mahler o la «Leningrado» de Shostakovich. Resaltables las presencias de William Christie y Semyon Bychkov. Una temporada variada en la que no falta la presencia española, con encargos a Río-Pareja, Rueda, Navarro, Humet y Apodaka, echándose de menos partituras de los grandes sinfonistas españoles del XIX y que se complementa con apartados que incluyen programas populares como «El señor de los anillos». Todo parece indicar que la presentación no repetirá aquella multitudinaria en la sala principal que, como escribí en su día, tan acertadamente presentaba el director técnico y que siempre dejaba un excelente sabor de boca. En el turno de preguntas se reconoció que se trata de un presupuesto que hay que administrar a pesar de que el próximo año no habrá gira y, por tanto, la disponibilidad económica debería ser superior. Posiblemente el Inaem habrá considerado que los casi 300.000 euros de costes directos de aquellas tres galas o eran excesivos o podían emplearse mejor, tal y como opiné en su momento. Justo Romero escribió esta semana en «Diario Levante» que es pecado relevante de un director generar dentro de la orquesta camarillas de músicos afines y amigos. Algo de esto parece estar sucediendo en la ONE, donde varios profesores han demandado al Inaem, entre otros motivos, por haber sido cesados como «solistas» y la comisión de profesores trata de superar la división que supuestamente existe por la gestión de sus directores. Parece que una orquesta unida habría de tocar mejor que una desunida, pero todo es cuestión de opiniones.