Perianes y Frühbeck, sensibilidad bethoveniana
Temporada de la OCNE. Obras de Bach, Beethoven, Hindemith y Liszt. Javier Perianes, piano. Orquesta Nacional de España. Director: Rafael Frühbeck de Burgos. Auditorio Nacional. Madrid, 13-I-2013.
Ovación de gala para recibir a Frühbeck de Burgos y vítores para despedirle, aunque sólo por unos días, puesto que la semana próxima volverá a subir al podio de la OCNE. No puede quedar más claro que el maestro es uno de los más queridos, como también lo atestiguan los aficionados en la redes sociales. Frühbeck se halla en un momento óptimo de su carrera, bien podría afirmarse que nunca ha estado mejor. Los años le han sentado bien para la maduración de los conceptos musicales, aunque físicamente hayan de pesar. Cierto es que también dotan su presencia, sentado y convaleciente de una reciente operación de hernia, de una mayor humanidad a su imagen de hombre férreo. Programa ecléctico y atractivo para llenar por completo el aforo, iniciado con un arreglo de Stokowski a la cantata Bachiana «Wachet auf, ruft uns die Stimme», que la data de una solemnidad muy superior a la original. Stokowski era un genio en lo suyo. Llegó luego el primer concierto beethoveniano para piano y orquesta, con un Javier Perianes en estado de gracia, que lo abordó impregnando el primer y tercer tiempo de toda su enérgica vitalidad y de precioso lirismo, ese movimiento central en el que el piano casi sueña tanto como en el del cuarto concierto. Lejos de cualquier deseo de fáciles concesiones, regaló un matizadísimo Debussy.
La segunda parte trajo dos obras muy del estilo y del gusto del maestro burgalés: el «Concierto para orquesta de cuerda y metales» de Hindemith, autor con quien estudió composición, y «Les Préludes» de Liszt, páginas ambas ricas en la labor de los metales y con aires predominantemente épicos o marciales. Obtuvo sonoridades redondas, precisas de una agrupación entregada que le quiere.
La OCNE volvió a ser, que lo es cuando quiere y tiene una batuta a la que responder, una orquesta de primer nivel. A Frühbeck de Burgos le espera, tras una nueva semana en la OCNE, la Orquesta Nacional de Dinamarca para grabar la cuarta dentro del ciclo completo de sinfonías de Beethoven que están abordando y seguidamente dos semanas en Filadelfia y otras dos en Boston, aquí con programas que repetirán luego en Nueva York.