Grupos

Trajano!, levántate y anda

Protagonizaron con «Antropología» uno de los debuts más sonados de 2014. Trajano! editaron un disco crudo de post-punk cocinado en Malasaña y cantado en castellano, un trabajo sorprendente por su calidad y voz propia que dejó a muchos con ganas de una continuación... que no llegó. Ahora, tras algunos cambios en la formación –la banda la forman Lois Brea (vocalista, guitarra), Álvaro Naive (bajo) y Carlos Mun (ritmos)–, publican «Lázaro» como si no hubiera pasado el tiempo. «Hemos sacado algún EP y demás, hemos estado trabajando, puedes decir que en la cueva, pero es que han sido tiempos de redefinición del grupo. Había que repensar lo que queríamos hacer musicalmente y también como proyecto, digamos, profesional», comenta Álvaro Naive. Además del cambio de integrantes, el batería, Carlos Mun, sufrió una lesión de espalda que le llevó a pasar por el quirófano. «Todavía no puedo tocar tres temas seguidos, por eso hemos cambiado la batería por una caja de ritmos, así que ahí estoy yo, como un auténtico frontman pero tocando con los dedos en vez de con las baquetas», bromea. Ah, sí, casi nos olvidamos: por el camino tiraron un disco entero a la papelera de reciclaje. «No era lo que en el fondo estábamos buscando», comenta el bajista.

Carrera de fondo

De manera que el nombre del segundo trabajo, «Lázaro», que presentan hoy en la Sala El Sol, era de cajón. «No nos gustó el disco que tiramos porque era demasiado electrónico, y en realidad estábamos buscando algo más rock. Es mucho más concentrado, y también puede que más luminoso», explica Brea. Para apoyarles en este renacimiento, han contado con Mushroom Pillow, sello que también, parece ser, habría publicado el que descartaron. «No nos dijeron que no les gustara. Lo que pasa es que no estábamos seguros porque no lo veíamos para el directo que queríamos. Y si hay que tirar las canciones, pues se tiran y no pasa nada», explica Brea. «Hemos renovado el nivel de compromiso con el grupo para ser más profesionales, porque antes la expectativa era tocar y punto. Ahora pensamos que el rock es una carrera de fondo que no se termina en dos años sino en diez», añade. El disco sigue remitiendo al sonido post-punk, pero con nuevos matices. «Vamos abriéndonos un poco más. Creo que antes no nos lo permitíamos a nosotros mismos».