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¿Tienes fuego?

Pitingo: «Soy único en mi género»

El cantaor sigue

Pitingo La Razón

Entre las muchas cualidades que adornan a este señor está la coquetería: le gusta verse guapo, en fin, bien pintón, un pincel desde los pies magníficamente calzados hasta la engominada cabeza. Pero cuando canta se transforma en una bestia y no repara en si a la americana o a la camisa les ha nacido una arruga o incluso se rompen, pues el público es un toro colosal y solo sale con vida de ese lance quien entrega todo cuanto tiene y un poco más. Al creador de la «soulería» le aguardan varias citas en septiembre: el 6, Valencia; el 13, Sanlúcar de Barrameda. Y el 19 estará en Melilla como un clavo de fino oro.

El Pitingo que conocemos nació de una noche de amor loco entre el flamenco y el soul. ¿Es hijo único de ese género mestizo o sabría decirme de algún otro hermano?

No me considero ni el mejor ni el peor, pero sí soy único en mi género. Después ha habido intentos de hermanar el soul con el flamenco, pero, bueno, han sido diferentes.

¿Los gitanos y los negros tienen, en general, más arte que los payos?

(Largo silencio). No diría que tengamos más arte, pero sí otra forma de sentir. También pasa que vivimos el arte desde muy pequeños. El gitano canta gitano y la persona no gitana canta de otra manera, ni mejor ni peor, y el negro igual. Está en la sangre, en el ADN. Me atrevería a decirte que somos únicos en eso, más sensibles al arte. Cantamos una pena, una alegría, un enfado… nos desahogamos. Las dos razas, porque las conozco bien, mi raza y la raza negra, necesitamos cantar para echarlo todo. Y los mejores artistas de la historia han sido casi todos negros. Por lo menos en el soul y en el funk, e incluso en el rock and roll: hablan mucho de Elvis, y es verdad que fue una maravilla, pero no dejó de mamar de los negros y en una época en la que ellos no podían ni siquiera registrar una canción. Elvis fue un fenómeno, por supuesto, aunque también te digo que en esa época los había mejores que él.

«Los mejores artistas de la historia han sido casi todos negros. Por lo menos en el soul y en el funk, e incluso en el rock and roll»

El espíritu de Camarón ha hecho mucho bien al flamenco, lo ha universalizado, pero su nombre ha eclipsado a su vez a colosos del cante anteriores y posteriores a él. ¿Es justo?

Es que Camarón ha sido muy transgresor, cambió las normas del flamenco. El ritmo, la forma de cantar, de afinar. Era un cantaor larguísimo. Yo creo que lo que dices no es culpa de Camarón, pobre, sino de la poca afición que hay ahora mismo en muchos cantaores jóvenes. Yo soy un cantaor aficionado y me encanta escuchar una noche a Camarón y luego ponerme a Manolo Caracol, la Niña de los Peines, Pepe Pinto, Tomás Pavón, Juanito Mojama. Es una cuestión de afición. Camarón es un genio de los más grandes, pero en épocas anteriores también ha habido genios. Sí es verdad que, como te decía, Camarón cambió el rumbo del flamenco junto con Paco de Lucía, eso es indiscutible. El problema es que cuando escuchas a muchos chavales, tanto gitanos como no gitanos, todos quieren cantar por Camarón. Y de lo que no se acuerdan, o no lo quieren saber, es que para llegar adonde llegó y cantar como cantaba, Camarón escuchó a todos los de atrás, porque era un grandísimo aficionado al cante. Escuchó al Chaqueta, a Tomás Pavón, a la Niña de los Peines, a Mairena… Mamó de los grandes, de La Perla de Cádiz, de Caracol, ahí se fraguó Camarón. Entonces, el cantaor que no vaya más allá de Camarón, que no busque más atrás de él, está condenado.

¿Y cree que en eso ha contribuido también, más allá del talento innegable, su figura, el que pareciese una estrella de rock?

Es que Camarón lo era todo. Mucha gente decía que parecía que tenía un cenital, que estaba iluminado. Y, aparte, era un cantaor muy atrevido en el modo de vestir y hasta cambió la forma de peinarse de todos los gitanos. Si se dejaba barba, todos los gitanos se dejaban barba. Si se dejaba el pelo largo, pues todos los gitanos con el pelo largo. Si se hacía como una especie de permanente, todos los gitanos se hacían la permanente.

Marcó tendencia.

Claro. Camarón era tendencia pura y dura. Yo a Camarón lo escucho para disfrutarlo, porque me encanta, pero no canto por Camarón. Pero cuando lo escucho se me quitan las ganas de cantar durante dos o tres días, te lo juro. Porque es la perfección absoluta.

Escribió Lorca: «Son los otros […] los que beben en el banco lágrimas de niña muerta / o los que comen por las esquinas diminutas pirámides del alba». ¿Qué hacemos con eso?

¿Qué hacemos con eso? Buena pregunta. Pero no sé cómo contestarte… Aunque no soy una persona de leer mucha poesía, Lorca me encanta y lo he cantado. Igual que he cantado a Miguel Hernández y a muchos grandes poetas. Y esos versos que me dices… te remueven por dentro.

Lorca era flamenco a su manera.

Lorca era flamenco cien por cien. Mira, esto lo sabe poca gente: había un concurso de cante en Granada en el que buscaban jóvenes figuras, y ahí apareció Manolo Caracol cuando tenía nada, 12 añitos, y ganó el concurso. Y Lorca estaba en el jurado. Sí, Lorca era flamenco cien por cien, claro que sí.

«Manolo Caracol ganó, con 12 añitos, un concurso de cante en el que Lorca estaba en el jurado»

Si no le pregunto por su separación, mi jefe me pone de patitas en la calle. ¿Cómo se encuentra?

Me encuentro bien, estoy bien. No soy ni el primero ni el último que se separa. Tampoco hay que hablar mucho del tema. Esto es algo normal, ya está, cosas que pasan en la vida.

¿Necesita ahora la soledad del samurái?

No, estoy muy bien acompañado de mi familia y de mi gente. Para mí, estar con la familia es importantísimo: con mi madre, mi abuela, mis primos. Ya ha pasado tiempo y estamos bien, gracias a Dios.

España arde de norte a sur y los políticos, en vez de coger la manguera, se tiran los trastos. ¿Qué coño está pasando aquí?

Pues eso digo yo. Da un poco de vergüenza ajena. Vergüenza, dolor, impotencia. No entiendo en qué piensan, la verdad. Y te hablo de todos, ¿eh?, que cada uno asuma sus responsabilidades. Tampoco entiendo cómo los políticos se pueden ir de vacaciones con lo que está pasando, con todos estos incendios. Y me hago una pregunta: ¿dónde va nuestro dinero de los impuestos, dónde coño va, cuando llegan estas cosas? ¿Para qué pagamos tantísimos impuestos? ¿Para qué? Si prácticamente todo está mal… Llevamos una época que nada más que son desgracias, coño. Que dejen de echarse las culpas los unos a los otros y vamos a poner soluciones, vamos a unirnos, porque la gente está perdiendo sus casas, Dios mío.

«No entiendo cómo los políticos se pueden ir de vacaciones con lo que está pasando, con todos estos incendios»

Su padre fue picoleto, y en años en los que ETA estaba en activo. ¿Cree que esa sensación de peligro permanente ha marcado su vida?

Sí. Lo que pasa es que los guardias civiles hacían una cosa, al contrario de lo que mucha gente piensa, y es que apenas nos hablaban del tema. Nos tenían hiperprotegidos. Cuanto menos supiésemos, mejor. Aunque era inevitable enterarse. Porque cada vez que había un atentado se producía un silencio increíble. Recuerdo estar en el coche y ver a mi padre con un espejo mirando por debajo, en cada viaje. Hasta para ir a comprar el pan sacaba el espejo y miraba debajo del coche. Y cuando fui siendo mayor, pensaba: joder, vaya vida. Con ese miedo todo el día, incluso cuando te llamaban por teléfono. Y no te dejaban decir que eras hijo de un guardia civil. Sí, yo creo que eso te hace ver las cosas de otra manera porque estás amenazado continuamente. Podían poner un coche en bomba en cualquier momento, enfrente de un cuartel, como hicieron tantas veces. Compañeros de mi padre, amenazados, se tuvieron que ir a Estados Unidos. Es algo que he vivido muy de cerca.

Esta sección lleva por título «¿Tienes fuego?». ¿Usted lo tiene?

Sí, tengo fuego para muchas cosas. Tengo fuego para subirme a un escenario y dejarme ahí el alma y romper. Y tengo fuego también cuando veo una injusticia o cuando se meten con alguien que quiero.