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Polémica
La plataforma que fundó Charlie Kirk anuncia que contraprogramará el concierto de Bad Bunny en la Super Bowl
La organización conservadora busca ofrecer una alternativa al show del artista puertorriqueño

La organización Turning Point USA, fundada por el activista conservador Charlie Kirk que murió el mes pasado a manos de un tirador en mitad de un mitin en un campus universitario de Utah, ha decidido contraprogramar el espectáculo musical del descanso de la próxima Super Bowl, que protagonizará Bad Bunny. La medida busca ofrecer una alternativa ideológica frente al evento principal, generando una competencia directa en horario televisivo.
Según publica The Athletic, Turning Point USA planea organizar un evento paralelo (con transmisiones en vivo, charlas políticas, actuaciones temáticas y contenido audiovisual) para atraer a audiencias que quieran una opción distinta al espectáculo musical de masas. La estrategia pretende reforzar la presencia mediática del movimiento conservador y afirmar una narrativa cultural alternativa durante uno de los momentos de mayor audiencia televisiva en Estados Unidos.
El anuncio se suma a una tendencia creciente entre ciertos grupos de movilización política, quienes han reinterpretado grandes eventos de entretenimiento como plataformas simbólicas para promover sus mensajes. Al contraprogramar un evento tan relevante en el calendario cultural (el medio tiempo de la Super Bowl suele atraer a decenas de millones de espectadores), Turning Point USA busca captar atención mediática y reforzar su marca ante audiencias disidentes.
Aunque los detalles sobre el formato, los participantes y la cobertura territorial del evento alternativo aún no han sido revelados, fuentes internas han indicado que la entidad está negociando con personalidades afines al movimiento conservador, así como con creadores de contenido digital, para articular un programa atractivo durante la franja horaria del concierto de Bad Bunny.
Este movimiento no está exento de críticas. Algunos analistas lo interpretan como una jugada populista que fragmenta el espacio cultural, mientras que otros lo ven como una expresión legítima de pluralismo mediático y ejercicio del derecho a ofrecer alternativas. Lo que está claro es que la Super Bowl se prepara para convertirse también en un escenario de confrontación simbólica, más allá de lo deportivo y lo musical.
Turning Point USA no es la única entidad molesta con la decisión de la NFL de contar con Bad Bunny para el espectáculo del descanso de la Super Bowl. Esta misma semana, el presidente de EE UU, Donald Trump, aseguró no conocer al artista puertorriqueño, lo que no evitó que opinara que su elección “es una locura”. "Nunca he oído hablar de él (...) No sé quién es, no sé por qué lo hacen. Me parece absolutamente ridículo". “Se ve terrible. Creo que realmente denigra el fútbol americano”, insistió.
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