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Arquitectura

El polémico visto bueno de Macron a cambiar las vidrieras de Notre Dame marca la futura reapertura

El mundo artístico francés pide al presidente que sea «más modesto» y mantenga las actuales que se salvaron

French President Emmanuel Macron (2L) walks inside the nave during a visit of the reconstruction work at the Notre-Dame de Paris Cathedral, on the Ile de la Cite in Paris.
French President Emmanuel Macron (2L) walks inside the nave during a visit of the reconstruction work at the Notre-Dame de Paris Cathedral, on the Ile de la Cite in Paris.SARAH MEYSSONNIERAFP

Aun año de que reabra sus puertas la catedral de Notre Dame tras el grave incendio que sufrió hace cuatro años, otro fuego en modo de controversia afecta ahora al templo parisino. Las protagonistas son las vidrieras de las seis capillas en orientación sur de la catedral. Hace unos días, en una visita oficial a las obras, el presidente Macron anunció que había dado el visto bueno a la petición del arzobispo de París, monseñor Laurent Ulrich, quien deseaba la creación de vidrieras de estilo contemporáneo figurativo para anclar el monumento al siglo XXI. Las vidrieras originales, del arquitecto Eugène Viollet-le-Duc, se mantuvieron casi intactas a pesar del terrible fuego de abril de 2019, pero la remodelación y el anuncio de Macron suponen su traslado al museo de la institución para dejar paso a la contemporaneidad en la recta final de la puesta en marcha de Notre Dame. Era algo con lo que no se contaba hasta ahora. De hecho, las vidrieras de Viollet-le-Duc, de motivos geométricos y colores vivos, habían sido limpiadas y apuntaladas para la reapertura.

No son pocos los que ven en el anuncio de reemplazo los deseos de grandeza de Macron para dejar su huella en un lugar sagrado. Desde que el mandatario anunciase el cambio de vidrieras, el incendio -este metafórico-, en redes sociales ha ido creciendo hasta llegar a una petición en el portal change.org que ya roza las 100.000 firmas. «El presidente ha decidido solo y sin ninguna consideración por el código de patrimonio» reza dicha petición, al tiempo que lanza una pregunta que, por el momento, el gobierno francés sigue sin responder: «¿Cómo justificar que se restauren unas vidrieras históricas que se han salvado de una catástrofe para ahora retirarlas?» La firma de la petición la hace la publicación «La Tribune de l´art» que además pide al presidente «un poco de modestia».

Se espera que Notre Dame reabra el 8 de diciembre de 2024. Estas últimas semanas han sido cruciales para el avance de las obras. El pasado día 6, la catedral recuperó la cruz ubicada en la cima de la aguja y ya se puede observar en medio de los andamios. También ha recuperado el gallo que coronaba la aguja. Se trata de un nuevo gallo dorado diseñado por Philippe Villeneuve, el arquitecto jefe de los monumentos históricos franceses. El anterior quedó demasiado deteriorado durante el gran incendio de 2019. La próxima etapa será recubrir la aguja con plomo, un material que también generó controversia en Francia.

Visitantes

Según previsiones recientes, la catedral podría recibir 14 millones de visitantes anuales tras su reapertura, esto supondría duplicar la cifra anterior a la catástrofe. A falta tan solo de doce meses para que llegue el esperado momento, la investigación sobre el incendio no se ha cerrado por completo aunque la tesis accidental lleva tiempo asentada y privilegiada. Durante este tiempo, donantes privados han dado 848 millones de euros para financiar todo el proceso de reconstrucción. De ese monto, 150 fueron destinados a las tareas de desescombro, preparación y seguridad previas a la reconstrucción, que se ha llevado en sí misma 552 millones de la cifra total. Los 150 restantes se dedicarán a los últimos arreglos exteriores antes de su puesta a punto.

Antes de que llegue su reapertura, Notre Dame mostrará ya un aspecto definitivo con su aguja y silueta tradicional durante los Juegos Olímpicos que París celebrará el próximo verano. La reconstrucción ha avanzado a ritmo rápido desde hace año y medio, cuando se inició propiamente toda la reconstrucción después de más de dos años de obras para que el monumento fuera lo suficientemente estable y seguro a fin de que los artesanos comenzaran a reconstruirlo. Lo que sí lleva abierto desde este otoño es la exposición «Notre-Dame de París: En el corazón del sitio de construcción» en una instalación subterránea frente a la catedral. De entrada gratuita, pone en relieve las operaciones en curso en el sitio y la experiencia y habilidades de los trabajadores. También incluye algunos restos del incendio y diversas obras de arte de la catedral.

Notre Dame contará con un puntero sistema antifuegos

Aprender las lecciones del pasado para no repetir trágicos errores. Bajo esta premisa Notre Dame contará en el futuro con un novedoso sistema contra incendios. Se trata de un dispositivo instalado en el techo y la aguja «para apagar de inmediato cualquier eventual comienzo de incendio, toda una novedad en las catedrales francesas», según ha relatado Philippe Jost, quien dirige la dependencia pública encargada de la reconstrucción. Según Fost, «todas las precauciones» han sido tomadas a la hora de replantear esta protección inédita del edificio ante futuros incendios.