Por deseo de la actriz, sus sobrinos vetados en el velatorio

Soraya Sáenz de Santamaría, Cristina Cifuentes, Pedro Sánchez, Norma Duval, Ana Obregón, Joaquín Kremel, Raúl Sénder, Concha Velasco, el Padre Ángel... menos sus sobrinos que, por deseo expreso de la difunta, no pudieron entrar en el teatro de La Latina. Hasta allí se acercaron cientos de personas que soportaron el sol que caía a plomo. «A pesar de ser una cómica, siempre fue una persona muy elegante», decía Ana, mientras que Mari Carmen expresaba que «tenía que venir a despedirla porque me ha regalado momentos inolvidables».

Ana Obregón, que trabajó con ella en «Hostal Royal Manzanares», explicó a LA RAZÓN que, «ella no lo dijo en público nunca, pero le apenaba que no le hiciesen un homenaje en vida». Obregón reconoció que aprendió mucho de ella «observándola mientras rodaba. He sido una privilegiada por haberla conocido». Otros de sus compañeros en la serie, Joaquín Kremel, admitió que «había sido un golpe muy fuerte. Era una persona fantástica y un ser único».

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quiso acudir a la capilla ardiente para rendir homenaje a una mujer «que para muchas generaciones era como de la casa. También quiso destacar que era «una emprendedora a la que no se le ponía nada por delante, una empresaria que empezó desde a bajo y con sus propios medios compró un teatro en una época difícil para las mujeres. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, tras permanecer media hora en la capilla ardiente, quiso destacar «la bondad y la empatía que generaba la artista» además de definirla como una persona fantástica. Su cuerpo será incinerado esta madrugada y sus cenizas descansarán en la tumba familiar.

Cristina Bejarano