Potra salvaje: una inesperada coz a la canción del verano
El tema de Isabel Aaiún, publicado en 2021, tiene una segunda vida gracias al remix del DJ Fernando Moreno y a la reproducción de este en el vestuario de La Roja durante la Eurocopa
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"Caballo grande, ande o no ande", que dice el refranero español en referencia a la predilección patria por la cantidad frente a la calidad. Aplicado a la Selección Española sería "Potra salvaje, gane o no gane... la Eurocopa". Y es que la canción de la bella amazona madrileño-segoviana Isabel Aaiún (apellido de reminiscencias saharauis) se ha convertido en la tema de cabecera del vestuario de La Roja, en el himno de España y, ya de paso, en la canción del verano.
En el momento que uno escribe esto no sabe cuál ha sido el resultado de la final entre España e Inglaterra, y, por tanto, si nuestro combinado nacional habrá ganado haciendo méritos o teniendo una potra salvaje, como la totémica canción que suena antes y después de cada partido donde se cambian los Cucurrella, Lamine Yamal y compañía.
Pero viajando desde España a El Puerto de Santa María, el pasado viernes sonó en un beach club de moda de Puerto Sherry hasta en siete ocasiones, siete, el remix que el dj turolense Fernando Moreno ha hecho de la canción 'Potra Salvaje'. Señal inéquivoca de que estamos ante la canción del verano.
Un tema que fue compuesto y lanzado en 2021, y que pasó relativamente desapercibido. La mezcla del pinchadiscos le ha dado una segunda vida (¡y qué segunda vida!) a esta potra salvaje que tiene "seis tatuajes" y en los homenajes se pone "un vestido".
Y es que lejos de las fórmulas prefabricadas de la época de Georgie Dann y, posteriormente, de King África; a quienes les componían himnos estivales ad hoc; hoy nadie controla el algoritmo por el que una canción puede convertirse en la melodía del verano impregnando con sus notas las tajás de sandía, los pegotes de crema Nivea, la hierbabuena de los mojitos, el tejido ligero de las guayaberas, las portadas de esos bestsellers que se bajan a la playa, y los altavoces de las discotecas patrias de Zahara de los Atunes a Mahón pasando por Salobreña y Sangenjo.