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¿Puede ocurrir lo mismo en el cine o la música?

La Razón
  • La Razón es un diario español de información general y de tirada nacional fundado en 1998

  • J. S.

    J. S.

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La gran ventaja de los videojuegos al enfrentarse a la «piratería» es que se trata de una experiencia activa, el jugador participa del desarrollo del mismo, que responde a sus acciones. Si algo similar ocurriera con el cine (si reaccionara a nuestras risas o lágrimas) o con la música (alterando su ritmo cuando bailamos), quizá se podría hacer algo para evitarla. Pero copiar una película o un álbum requiere apenas de dos brechas: un empleado despechado que robe o copie los archivos en un CD (así de simple) o un usuario que haga lo mismo desde su casa. Puede que la calidad no sea la misma, si se hace a ese nivel, y que carezca de extras, pero llegará a la calle en minutos.
¿Hay alguna forma de proteger estas industrias? La realidad es que no. Se trata de archivos tan pequeños, de copia tan fácil, que, a menos que lleven una marca relacionada con el dispositivo al que se descargaron legalmente y se vuelvan irreproducibles en otro, no hay opciones. Pero puede convertirse en un terreno digno de explorar en lo que a tecnología respecta: los archivos ADN, genéticamente programados para reproducirse en un único «cuerpo».
No cabe duda de que los desarrolladores de videojuegos son muy creativos. Y un poco vengativos. Por ello, a la hora de tomarse revancha de la «piratería», lo hacen con humor. En «Far Cry 4», por ejemplo las copias «pirata» impiden el uso del «Field of View (FOV)». El reconocido «Sims 4» hacía que muchas acciones fueran censuradas (como si de sexo explícito o violencia se tratara) en las copias ilegales. Cuando en los foros alguien señalaba algunos de estos problemas, los estudios sabían que se trataba de un juego pirateado. Otro forma de trolear a los piratas es poner mensajes que sólo se abren cuando se trata de copias. Lo han hecho los estudios creadores de SkullGirls. El mensaje que aparecía no significaba nada en realidad: «¿Cuál es la raíz cuadrada de un pez? Ahora estoy triste». El problema es que algunos usuarios subieron este mensaje a la cuenta de Twitter de SkullGirls preguntando qué significaba. Y la respuesta fue: «¡Significa que quizá deberías pagar por el juego, en lugar de piratearlo!». Noodlecake Studios, los responsables del juego «Shooting Stars» para smartphones, han hecho algo similar. Aunque cuesta apenas unos euros, también fue «pirateado», algo que evidentemente Noodlecake Studios se esperaba. Las versiones descargadas ilegalmente contenían un adversario imbatible. Por más que el jugador insistiera e insistiera no había forma de ganar. Cuando, obviamente, la muerte le llegaba al jugador, se podía leer un mensaje que decía «Morir apesta, pero más piratear videojuegos». ¿Por qué se esperaban descargas ilegales? Porque los mismos creadores lo lanzaron en foros de «piratería». «No creemos que sea una iniciativa contra las descargas –comentan desde Noodlecake Studios– pero quizás logra convencer a algunos usuarios que compren el juego». Y la verdad, combatir la «piratería» con mensajes ocultos, puede resultar una buena estretegia... ¿Qué ocurriría si compráramos un CD de AC/DC y el décimo tema, en las copias «piratas» fuera de Justin Bieber? ¿O si las películas del «top manta» comenzaran por el final?