¿Por qué si "huérfano" se escribe con h, la palabra "orfanato" no la lleva?
Esta sigue siendo una de las dudas más extendidas entre los estudiantes del español
Madrid Creada:
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Dentro del mar infinito de dudas que nos genera diariamente el lenguaje, es probable que una de las que más enloquece a los estudiantes de español o a cualquier persona con tendencia a interrogarse por el por qué de las palabras, sea la que vamos a plantear a continuación. ¿Cómo es que orfanato y orfandad se escriben sin “h” y húerfano con?”. Pues como todo lo que está relacionado con cuestiones de gramática, la respuesta reside en que la "h" se ha mantenido en este caso intacta por razones histórico-gráficas y entronca con el mismo motivo por el que óseo y hueso o huevo y ovalado mantienen sus diferencias. Tal y como señala la RAE, "todas las palabras que empiezan por el diptongo “ua/ue/ui” llevan “h”. Por ejemplo: hueco, huevo, huelga, huella, huérfano, huerto. Por ello, diremos: "En el orfanato había más huérfanos varones que huérfanas" o "No me gusta oler mal, creo que el aliento me huele a ajo"".
Resulta tan sencillo como atesorar la siguiente regla: si la palabra de la misma raíz comienza por el sonido “ue”, debemos recordar que llevará h y si comienza con o, no la llevará. Esta norma de poner “h” delante de la “u”, y por tanto de los diptongos antes mencionados, proviene de que antiguamente “h” y “u” compartían el mismo grafema. Es decir, se colocaba la "h" para evitar que “ueso” se leyera como veso /beso/ o “uérfano” como “vérfano”. Cabe destacar también el hecho de que el sustantivo huérfano deriva del vocablo latino orphanus, y este a su vez del griego orphanós, ambos sin “h”. De “orphanus”, a su vez, derivan orfandad y orfanato, lo cual explica que ninguno de los dos lleve “h”. De ahí mismo también deriva orfelinato, pero este nos llega a través del francés orphelinat.