Reflexión obligada
l ¿Es viable hoy el cine con entradas a 2,90 euros?
-No, en absoluto. Hay que quitarle el 25% de impuestos. De ese dinero, una mitad es para distribución y para el cine, y queda un euro aproximadamente. Sería viable si siempre entraran los espectadores de esta promoción. Pero lo de estos días es un hecho excepcional.
l ¿Las entradas son caras?
-El precio medio está en 6,7 o 6,8 euros. Habrá quien haya pagado 4 y quien se haya gastado 10. No diré si es alto o bajo, pero es razonable. Lo que pasa es que se vincula a las palomitas, las bebidas, el párking, la cena... y parece muy caro. Pero, ¿qué otro espectáculo te da hora y media de entretenimiento por 6,7 euros?
l ¿Qué hace que el público no vaya a las salas ?
-Indudablemente, el cambio de hábitos. Luego hay algo terrible, la «piratería»: frente al todo gratis no hay precio que valga. Y la subida del IVA ha supuesto un palo, aunque la industria la ha asumido.
l Si no bajar el precio a 2,90, ¿se podría reducir algo?
-A veces un cine cobra 8 euros y, por la misma película, 50 metros más allá, otro cobra 5,50. Hay posibilidades al margen de ese precio que todo el mundo da como absoluto. Es complejo: el 15%, de reducción no llega a un euro. Las diferencias son muy pequeñas para el bolsillo. Pero, desde luego, la Fiesta del Cine obliga a una reflexión.