Retratos, símbolos y tradiciones: África según el objetivo de Rodolfo Romero

El Museo Cristina García Rodero, en Puertollano, acoge hasta el 30 de junio la exposición "Rostros de África: miradas que hablan", de Rodolfo Romero Pareja, en la que se recogen decenas de imágenes realizadas en los últimos años en países como Etiopía, Namibia, Kenia y Marruecos. Las imágenes -todas en gran formato- abarcan retratos etnográficos de tribus africanas, escenas de vida religiosa, oficios tradicionales y también animales salvajes, poniendo de relieve la gran diversidad cultural del continente africano.

Las obras expuestas son fruto del trabajo realizado a lo largo de los años. De Etiopía muestra fotografías de las tribus del valle del río Omo; de Kenia recoge imágenes de tribus como los Masái y Njemps; de Namibia aparecen miembros de la tribu Himba, y de Marruecos el fotógrafo ha seleccionado una serie de escenas urbanas tradicionales.

Con estas imágenes, Romero trasciende la descripción de los personajes y paisajes concretos para capturar el significado cultural y simbólico de los elementos retratados, ya sean platos labiales, pintura corporal, adornos de colmillos y mazorcas, que expresan belleza, estatus social, identidad y fertilidad.

El artista sostiene que esta exposición le ha permitido dar "un salto de calidad" gracias a la presentación de las obras en gran formato, lo que amplifica el impacto emocional de cada una de las imágenes. Sobre su manera de trabajar, ha asegurado que "lo más importante es la historia, más incluso que la luz". En declaraciones a Viajes al Pasado (VaP), Romero explicó que "existen múltiples formas de fotografiar, y aunque todas transforman instantes efímeros en eternos, algunas te permiten capturar un momento en forma de recuerdo o experiencia compartida, y lo hacen de una forma más estática y explícita. Y luego están las fotografías que dejan parte de la interpretación al espectador, que le obligan a interpretar y construir parte del relato, convirtiéndose también en creador y protagonista. Esas son las fotos que intento buscar".

Rodolfo Romero ha desarrollado una amplia y reconocida trayectoria fotográfica. Aunque trabaja como médico en un hospital, su verdadera vocación es la fotografía, a la que se apasionó siendo niño cuando recibió su primera cámara réflex de manos de su madre. Esta afición, cultivada durante sus años universitarios, se ha desarrollado hasta convertirse en una de sus principales formas de comunicarse. Su trabajo ha sido expuesto en el Instituto Cervantes de Lyon (Francia) y en el Palacio de las Naciones Unidas, Ginebra.

La exposición de Puertollano tiene como escenario el Museo Cristina García Rodero, dedicado a una de las fotógrafas más reconocidas de España y la primera española en formar parte de la prestigiosa agencia Magnum. De hecho, las obras de Romero se exhiben en una sala contigua a la colección permanente de García Rodero, lo que supone un reconocimiento significativo para el fotógrafo manchego.