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Roberto Santiago: "«La igualdad es un valor esencial de “Los Futbolísimos”"

Autor de esta saga infantil, y con película del mismo título, el musical llega al teatro La Latina.
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Autor de esta saga infantil, y con película del mismo título, el musical llega al teatro La Latina.
Roberto Santiago sabe tratar a los niños, descubrir lo que les gusta, convertirlos en devotos de la lectura y volverlos fans para toda la eternidad. Alguien dirá que eso, con el fútbol, está garantizado, pero aunque todos «Los Futbolísimos» (SM) están impregnados de fútbol, como también la película y hasta el musical del mismo título, que se acaba de estrenar este fin de semana en el teatro La Latina, de Madrid, todos ellos están también repletos de intriga y de valores. Tal vez esa es la clave de su éxito.
–Remata usted de cabeza con un musical de «Los Futbolísimos»... ¿Se imaginó alguna vez hasta dónde podría llegar todo esto?
–Cuando empecé a escribir el primer libro de «Los Futbolísimos», después de que la estupenda editora de SM, Berta Márquez, me propusiera la idea –que tardé menos de un segundo en aceptar– ni siquiera soñaba con que pudiéramos a llegar a quince libros, una película, traducciones a un montón de idiomas... Y menos aún a un musical, esa es la verdad.
–¿Es el fútbol lo que ha conseguido llegar al corazón y despertar el interés de la lectura de los niños?
–No sé cuál es el secreto. A mí me gusta muchísimo el futbol y me apasionan las historias de misterio. Y lo que me dicen los niños es que lo que más les gusta a ellos es que se sienten muy identificados con los personajes que aparecen en los libros.
–Algo así nos pasaba a nosotros, hace muchos años, con «Los cinco» y «Los siete» de Enid Blyton y aún siguen triunfando en nuestros recuerdos.
–Exactamente. Yo siempre digo que si no hubiera leído «Los cinco», mi colección favorita, jamás habría escrito ahora «Los Futbolísimos», que tiene esos ingredientes de pandilla, de amistad, de identificación, de aspiración... Yo, por lo menos, soñaba con formar parte de ese grupo de esa pandilla, de resolver esos misterios. Y yo creo que es lo que pasa ahora con «Los Futbolísimos».
–Es que además de hablar de fútbol y de misterios, sus libros parecen tener la vocación de inculcar valores a los niños, «Los Futbolísimos» tienen códigos ¿no?
–Por supuesto. Cuando escribes siempre tienes una responsabilidad, pero cuando escribes para niños más aún. La primera responsabilidad de cualquier escritor tiene que ser conseguir que el lector quiera pasar a la siguiente página. Eso es evidente. Pero en el caso de «Los Futbolísimos», en concreto, hay valores como aprender a trabajar en equipo o la igualdad absoluta, fíjate que entre ellos hay niños y niñas. Cuando nació la colección hace seis años aún había quien me preguntaba: «pero, ¿estás seguro?» La capitana del equipo es una niña, la mejor jugadora, Helena, es otra niña. Y bueno, pues se ha demostrado que ese es uno de los valores esenciales que trasmiten «Los Futbolísimos» y de los cuales me siento especialmente orgulloso.
–Usted ya había escrito para niños y sabía que no son un público nada fácil, ¿no?
–Los niños son un público muy exigente. Yo había escrito otras novelas para ellos, pero que no han sido tan conocidas. Mi carrera hasta entonces había ido más por el cine, donde había hecho películas como «El penalti más largo del mundo» y otros; pero es verdad que tenía otras dos novelas publicadas en la colección El barco de vapor y siempre me había atraído muchísimo el lenguaje de las novelas para niños y cómo puedes contar cosas muy personales y muy importantes para mí, pero con unos elementos narrativos que les puedan llegar a ellos. Yo creo que para escribir para niños una condición fundamental es tener cerca al crío que todos hemos sido.
–Entiendo que el fútbol, el misterio y la amistad conquisten a los niños a través de los libros y a través del cine, pero... ¿no es más difícil atraerlos a un musical?
–Bueno, es otro reto. A mí me gusta meterme en líos. Yo soy un amante de los musicales, pero fue idea de los lectores. Muchos niños que me decían : «¿oye, que va a pasar con «Los Futbolísimos» cuando se hagan mayores?» Porque en los libros siempre tienen 11 años. Son como «Los cinco» de Enid Blyton o como «Los Simpson», que siempre tienen la misma edad. Pensé que merecían una respuesta y me puse a escribir en otro formato. Y fue la propia inercia de la escritura la que me llevó a convertirlo en un musical, porque había muchas emociones que me resultaba más fácil transmitir a través de la música. Soy muy osado y he escrito yo mismo las letras de la obra.
–Pues no es fácil. Alguna ayudita habrá tenido, ¿no?
–Tenía el colchón y la seguridad de saber que había cuatro pedazos de músicas que son Ana Villa, JuanJo Valmorisco, Ondina Maldonado y Víctor Elías que, por supuesto, me hacían los arreglos de las letras y hacían unas melodías, pues eso, pegadizas, divertidas... Yo estoy feliz con el musical. Es una de las cosas más bonitas que me han pasado.
–Los niños le ocupan mucho espacio pero su «thriller» para adultos, «Ana», también fue acogido con muchísimo entusiasmo por parte de crítica y público ¿le costó cambiar de registro?
–Pues es un registro muy diferente para mí, pero también muy personal. Es una suerte que también haya tenido muy buen recibimiento y que se haya traducido también a varios idiomas. Y, bueno, ahí sigue la protagonista dando guerra y hay propuestas para seguir haciendo más cosas con ella.
–En el caso de «Ana», el hecho de que sea lo que se conoce como «Domestic Noir», es decir que se trate de una investigadora amateur ¿genera empatía por aquello de que todos llevamos un pequeño investigador dentro?
–Creo que sí. Ana es un «thriller» judicial y ella es una abogada que para resolver el caso se tiene que meter a investigar. Y yo creo que sí, que todos, llevamos dentro un pequeño investigador que en nuestra vida cotidiana se enfrenta a pequeños o grandes misterios que nos gustaría resolver y que, a mi entender, son los más interesantes.
–Volviendo a «Los Futbolísimos», el musical ya está estrenado en Madrid..., pero creo que el jueves sale nueva novela...
–Así es. Una nueva novela titulada «El misterio de las 101 Calaveras». Y le confieso que ya estoy escribiendo la siguiente...
Personal e intrasferible
Roberto Santiago nació en Madrid en 1968, está soltero y no tiene hijos. Se siente orgulloso «de que muchos niños hayan empezado a leer gracias a mis libros». Y no se arrepiente «de nada de lo que hecho, solo de lo que no he podido hacer todavía». Le hace reír «la gente que es capaz de reírse de sí misma» y llorar «la gente que intenta imporner sus ideas con prepotencia». Perdona e intenta olvidar, a una isla desierta se llevaría «a una persona». Le gusta comer y beber «de todo», no tiene manías, su vicio es el cine, sueña mucho «que caigo al vacío», de mayor le gustaría ser «buena persona» y si volviera a nacer sería «escritor de nuevo».