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Rubén y Lichis quedan a comer

Los ex Pereza y La Cabra Mecánica unen sus fuerzas para una gira con sus repertorios en solitario y llamada «Mesa para dos» de la que acabará por brotar un disco a finales de año

Rubén Pozo (izda.) y Lichis se sientan a la mesa de una gira conjunta
Rubén Pozo (izda.) y Lichis se sientan a la mesa de una gira conjuntalarazon

Los ex Pereza y La Cabra Mecánica unen sus fuerzas para una gira con sus repertorios en solitario y llamada «Mesa para dos» de la que acabará por brotar un disco a finales de año.

La cosa comenzó como un rollo de verano y va para noviazgo. Rubén Pozo (Pereza) y Lichis (La Cabra Mecánica) se reunieron en el festival Sonorama para tocar juntos, por divertirse y lo que surja. Y resulta que hay química. Ambos han compuesto ya un tema, «Mesa para dos», que da título a la gira que ahora afrontan estas dos grandes voces en castellano por más de 30 ciudades y durante la que irán surgiendo nuevas canciones. Y, a finales de año, un disco conjunto. Mientras tanto, han descubierto por el camino cuántas cosas tienen en común. Presentan su gira conjunta en Madrid (Inverfest) la semana próxima, el 31 de enero.

La primera tiene que ver con la trayectoria profesional. «Los dos venimos de proyectos, podemos decir que exitosos, y llegó un punto en que decidimos tomar otro camino y correr riesgos y aceptar las consecuencias de las decisiones, que no son siempre agradables. Y los dos nos hemos dejado llevar por el dictado del corazón y la música que amamos. Eso es lo primero que tenemos en común», dice Lichis.

Artistas de gramola

«Hablamos de compositores, compartimos lecturas e intereses por los músicos de blues que llevan mucho tiempo muertos. De esos artistas de gramola que casi nadie conoce. Nos conocíamos, pero ahora nos vamos a comer juntos», dice Rubén, que pone el acento en el genio de su compañero como compositor: «Todo empezó porque me llamó él. Me gustaría inventarme una historia fantástica, pero me dijo que le interesaba mi último disco y que por qué no hacíamos algo juntos. Y yo perdí el culo porque me estaba llamando uno de mis héroes, un hombre con un talento apabullante», señala. ¿Se merecen mejor suerte ambos? «En mi caso no te puedo decir –dice Pozo–. Pero a veces no entiendes bien qué pasa o qué le pasa a la gente. Pero mira, nadie dijo que esto iba a ser fácil, ni nunca lo fue. Aquí hay que disfrutar, porque si te paras a pensar en los resultados de cada día, es desesperante y abandonas. Los que seguimos en la música es porque estamos locos por las canciones y como Lichis y yo y tantos, lo hacemos porque es algo vital».

Ese gusto por la canción es otra cosa que llevan en común ambos artistas, dos madrileños de tercio y cigarrito, que, oigan, nacieron en Barcelona pero se criaron en Madrid. «Sí, a los dos nos fusilarán en Los Monegros cuando llegue el día», bromea Lichis. «Nacimos allí, pero somos más madrileños que la leche cuando nos ponemos a hablar. Lo que pasa que mis orígenes son de Poble Sec, que molamos más», defiende el ex Pereza. «Se equivoca. Yo nací en el barrio de Gracia y donde vivían mis padres hay una placa doble dedicada a Gato Pérez y John Lennon, cerca de la Calle Progrés. No se puede molar más», ríe el primero.

Juntos ya han grabado un tema y tienen otro terminado. El objetivo es seguir escribiendo en la carretera y, a finales de año, cuando hayan recorrido toda la Península, poder grabar un trabajo «que enseñar a los nietos». «Está muy bien poder trabajar con alguien –señala Lichis. Escribir acarrea la soledad y la angustia del corredor de fondo, enfrentarte solo contra tus limitaciones y, en ocasiones, se hace duro a nivel emocional. Compartir el peso nos libera mucho y hay mucho respeto del uno con el otro. En ocasiones creo que nos ha costado un poco superar ese respeto, pero la cosa ha empezado a fluir. Las colaboraciones entre artistas suelen tener un carácter más promocional o comercial que musical, pero nosotros lo hacemos por pura afinidad artística». «Esto es solo para disfrutarlo y mira, con la tontería está saliendo bien precisamente porque no tenemos más expectativas que esa. Y tocar todo lo que podamos, que es lo que supone salir del encierro que es la música: escribes, ensayas y grabas enclaustrado. La gira va a ser el aire que necesitamos y de ahí van a salir muchas canciones».