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San Valentín: el origen de la celebración y la historia de Cupido

Cada 14 de febrero se celebra como el día de los enamorados, jornada con un nombre e iconografía que llevan tras de sí románticas historias
"Psique reanimada por el beso del amor", obra de Antonio Canova
"Psique reanimada por el beso del amor", obra de Antonio CanovaLouvreArchivo
La Razón
  • Sofía Campos

    Sofía Campos

Madrid Creada:

Última actualización:

Cada 14 de febrero se celebra el día oficial de los enamorados. Jerséis rojos, manos entrelazadas, ramos de rosas rojas, parejas acarameladas inundan las calles, bares y parques como forma de entrega visceral al amor que se siente por otra persona. Es el día de San Valentín, jornada repudiada por el soltero y ansiada por el romántico, e incluso poco celebrada por algunos al ser considerada una excusa más para el gasto comercial. Sea como fuere, celebrar el día de los enamorados un 14 de febrero no es casual, sino que el día de San Valentín tiene un origen y un por qué. O, mejor dicho, tiene varias razones, pues son más de una las teorías que rondan en torno al origen de esta marcada fecha.
Con esto, la explicación más extendida y que más interesaría sería la relacionada con el santo que le da nombre al día: San Valentín. Esta teoría está relacionada con la Iglesia Católica y con este personaje, que se remonta al siglo III. Fue un sacerdote que se opuso a una orden del emperador Claudio II, con la cual se pretendían prohibir las celebraciones de matrimonios para los jóvenes. Se consideraba que aquellos solteros sin familia eran perfiles inmejorables para ser grandes soldados, pues no tenían ataduras ni vínculos sentimentales. Ante esto, Valentín se opuso radicalmente y comenzó a celebrar en secreto los matrimonios de quienes estaban enamorados, en las bodegas de las cárceles. Pero todo llega a su fin, y cuando Claudio II supo de las acciones de San Valentín le sentenció a muerte, un 14 de febrero de 270, por desobediencia y rebeldía.
La vida de San Valentín figura en otro pasaje, en el que se le considera como santo del amor. Existen registros que aseguran que el primer día de San Valentín celebrado fue el 14 de febrero del año 494, una tradición que se ha prolongado miles de años y que llega hasta hoy, de la mano de otro gran icono del amor: Cupido. Este ángel del amor porta arco y flechas con un corazón como punta, como sinónimo de amor y deseo, así como otras flechas con plumas de búho, que concede el odio y la indiferencia.
Según la versión más difundida de la leyenda, Cupido -según la mitología griega recibió el nombre de Eros- es hijo de Venus, diosa del amor, la belleza y la fertilidad, y de Marte, el dios de la guerra. Entre los mortales vivía Psique, una princesa cuya belleza sobrenatural impactaba a quien le rodeaba, pero que no conseguía encontrar pareja digna de su compañía. Venus, consciente de la belleza de la joven, envió llena de celos a Cupido para que le clavase sus fechas y le hiciera enamorarse del hombre más feo del mundo, pero no lo hizo, pues se enamoró profundamente al verla. Cupido se casó con Psique, pero ella infringió las normas de los dioses al acercarse a ver el rostro de su marido, lo que estaba prohibido como condición de Venus. Ante esto, Cupido se enfadó con Psique, y ésta pidió ayuda a Venus, quien le propuso cuatro pruebas que, de superarlas, alcanzaría el perdón de su amado. Y así fue, consiguió reconciliarse con Cupido y fue convertida en diosa, siendo aceptado el matrimonio por todos los dioses.
Con esto, si la figura de San Valentín es icono del día de los enamorados, también lo es Cupido como principal símbolo: durante los siglos XIV y XVII fueron muchos los artistas que crearon obras de arte mostrando a Cupido como un ángel del amor, iconografía que fue utilizada a finales de 1800 para las tarjetas del Día de San Valentín. Estas imágenes fueron ganando popularidad, hasta consolidarse a este ángel con flechas del amor eterno como el símbolo perfecto para celebrar el día de San Valentín.