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El Nadal encuentra a Sergio Vila-Sanjuán

El escritor y periodista gana el galardón con la obra «Estaba en el aire». La novela se inspira en un programa radiofónico de la posguerra. El autor vuelve a convertir Barcelona en el escenario de su nuevo libro

Vila-Sanjuán y Genís Sinca, Premio Josep Pla de prosa en lengua catalana
Vila-Sanjuán y Genís Sinca, Premio Josep Pla de prosa en lengua catalanalarazon

Hace unos años, el periodista y escritor Sergio Vila-Sanjuán dedicaba un espacio de su ensayo «Pasando página» a narrar la historia y las interioridades del Premio Nadal. Ahora Vila-Sanjuán continúa el camino de nombres como Carmen Laforet, Miguel Delibes, Lorenzo Silva y Ana María Matute y obtiene el prestigioso premio que concede anualmente Destino. Se impuso entre los 229 manuscritos presentados a la edición de este año con «Estaba en el aire», su segunda obra de ficción tras «Una heredera de Barcelona». Así lo decidió el jurado de este premio, dotado con 18.000 euros y que en su edición número 69 estuvo formado por Germán Guillón, Lorenzo Silva, Andrés Trapiello, Ángela Vallvey y Emili Rosales.

La obra tiene como punto de partida un programa de gran éxito en la España franquista, «Rinomicina le busca», que se encargaba de localizar a desaparecidos y que emitía Radio Nacional de España. Este espacio, en el que colaboraba el padre del autor, es el punto de partida para una trama en la que se mezclan diferentes pasiones, del amor a la ambición, siempre bajo el amparo de dos grandes catalizadores: el dinero y el periodismo. La historia toma de la vida real personajes y situaciones de esa época, unos años 60 que nada tenían de prodigiosos en una Barcelona gris que se creía otra cosa.

«Reality» radiofónico

Los lectores se encontrarán con retratos como el de una mujer de la alta burguesía que trata de rehacer su vida o un inmigrante en busca de un familiar desaparecido. Todo ello, a través de los ojos de un periodista y publicista vinculado con el «reality» radiofónico, precedente de «Quién sabe dónde». Este último personaje parece estar basado de alguna manera en José Luis Vila-San-Juan, padre del ganador del Nadal, publicista y autor de libros de éxito en su época, como «García Lorca, asesinado: toda la verdad», con el que obtuvo el Espejo de España en su primera edición.

Está visto que Barcelona se ha convertido en uno de los escenarios literarios favoritos de Vila-Sanjuán, un autor que no ha ocultado su preferencia por relatos como los de Ruiz Zafón, es decir, una ciudad en la que el misterio es un personaje más, además de rescatar un tipo de relato trepidante, casi de folletín. Hay también en «Estaba en el aire», al igual que sucedía con «Una heredera de Barcelona», una mirada a todos los estamentos sociales de la capital catalana: desde la alta burguesía hasta las clases más humildes, una crónica viva de un tiempo lejano pero que todavía puede aportar grandes dosis de literatura.

Vila-Sanjuán confirma de esta manera su intención de seguir trabajando en la novela, aunque sin abandonar su trabajo periodístico, como demuestra cada semana en el suplemento «Cultura(s)» de «La Vanguardia», donde analiza las últimas novedades literarias. Precisamente de su mirada crítica a la narrativa actual nacieron otros libros, como el citado «Pasando página» y «Código Best-seller».

Primera gran noche literaria

Dentro del «Gran Slam» de los premios literarios, el Nadal es el primero, y el primero siempre tiene algo especial, de reencuentro y de dar el pistoletazo de salida al año. La plana mayor de los escritores tiene una oportunidad fantástica para reunirse de nuevo y empezar a hacer eso que se llama vida literaria y bohemia, que es lo mismo que la normal, pero con canapés, comentarios irónicos sobre las fiestas, cenas copiosas, bromas sobre otros escritores que no están, y copas de cava para brindar por 2013.

La 69ª edición del premio no fue diferente y entre los corrillos que se formaron antes de que comenzara la cena de gala se podía ver a viejos ganadores del Nadal como Alicia Giménez Bartlett, Ana María Matute, Maruja Torres y Pedro Zarraluki. El Nadal es el premio más longevo y literario y hay muchas batallitas que contar antes de pensar en la edición de este año.

Entre el resto de escritores estaban Nuria Amat, Miquel de Palol, Fernando Delgado, Pere Gimferrer, José María Guelbenzu, Eduardo Mendoz y Javier Pérez Andújar, entre muchos otros. Pero como no sólo de escritores vive el mundo intelectual, también se dejaron ver el arquitecto Oriol Bohigas, el cineasta Ventura Pons, el actor Josep Maria Pou y la arquitecta Benedetta Tagliabue. La noche volvió a tener mucho de mágico, postvisita de los Reyes, y mucho de risas, ya que una velada como ésta no deja de ser una fiesta. Incluso se vio sonreír a Artur Mas, presidente de la Generalitat. Dentro de los representantes políticos también hizo acto de presencia el secretario de Cultura, José María Lassalle, en ausencia del ministro José Ignacio Wert.