Lenguaje

Sublevación en la RAE por el «hembrismo» en la Constitución

Existe malestar entre los miembros de la RAE por el encargo del Gobierno de este informe: ellos insisten en defender la norma de la lengua frente a ciertas posiciones políticas

El emblemático perchero de la RAE, situado junto al salón de plenos, y donde los académicos suelen dejar sus prendas de abrigo al entrar en la institución /Foto: Alberto R. Roldán
El emblemático perchero de la RAE, situado junto al salón de plenos, y donde los académicos suelen dejar sus prendas de abrigo al entrar en la institución /Foto: Alberto R. Roldánlarazon

Existe malestar entre los miembros de la RAE por el encargo del Gobierno de este informe: ellos insisten en defender la norma de la lengua frente a ciertas posiciones políticas

Este asunto del cambio de género en la Constitución ha sentado mal a muchos académicos. José Manuel Sánchez Ron comenta la reacción de Arturo Pérez-Reverte y subrayaque «en mi opinión la postura que ha mantenido y la defensa que ha hecho del idioma ha sido ejemplar». Luego se refiere como punto de referencia sobre este asunto al informe de Ignacio Bosque «Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer», publicado en 2012. Para Sánchez Ron, la RAE «lo que ha de hacer es remitirse a ese texto en tanto que representa la postura de la institución». Desde la Docta Casa varios de sus miembros abogan por que «la RAE no entre en cuestiones que tengan relevancia y entrañen juicios políticos». Darío Villanueva ya adelantó a este diario el martes la postura de la RAE: «Se hará conforme a la doctrina lingüística».

La petición se realizó el pasado lunes a través de una llamada de la jefa de gabinete de la vicepresidenta del Gobierno: «Conversamos durante siete minutos y fue cuando me expuso que Carmen Calvo quería encargar un informe sobre determinados aspectos lingüísticos de la Constitución . No entró en detalles sobre cuáles serían los mismos y le dije que la RAE está para eso, y le ofrecí nuestra colaboración. Lo primero que hay que hacer es recibir la petición por escrito para saber que tenemos que hacer», explica. Dicha solicitud llegó ayer a la institución, aunque se empezará a trabajar después del verano. La última decisión sobre el informe le corresponderá al pleno de la academia. Villanueva ha resaltado que no estamos ante de una cuestión baladí, pues «una revisión de la Constitución para tratar ciertos aspectos lingüísticos implica en mayor o menor medida una modificación de la Ley y ese procedimiento no es fácil, sino que estamos ante un tema muy serio y ante palabras mayores», deja claro, para añadir que «nos vamos a tomar el máximo interés». Villanueva adelanta que se tendría que recurrir al procedimiento de reforma que establece el artículo 168 y que exige que voten a favor dos tercios de los miembros del Congreso y el Senado, se disuelvan las Cortes, se convoquen elecciones, sea aprobado por dos tercios y se celebre un referendum. Para Villanueva es importante que a la hora de acometer el trabajo «no se nos señale ninguna directriz. Ellos piden un informe, pero nosotros contestamos conforme a lo que a la Academia le parezca que tenga que ser: un trabajo riguroso, serio y despolitizado, desde el punto de vista tanto lingüístico como gramatical».