¿Dónde se van las personas que amamos?
La aclamada directora de “Saigón”, Caroline Guiela Nguyen, regresa al Centro Dramático Nacional con un cuento futurista sobre la universalización de la comprensión y el amor
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A modo de fantasía literaria, en lo que se refiere a su envoltorio argumental, ha concebido la escritora y directora francesa Caroline Guiela Nguyen el espectáculo que presenta estos días en España: “Fraternité, conte fantastique”, una función en la que trata de ofrecer otra nueva mirada sobre un concepto, el de “fraternidad”, que ya ha había sido objeto de sus quehaceres artísticos, y que lo seguirá siendo en un futuro inmediato. Tal es su preocupación por abordarlo bien que son varias las creaciones que le está inspirando: el año pasado ya rodó un cortometraje con presos que tituló “Les Engloutis”; y en 2022, también a partir de la misma idea, estrenará en la Schaubühne de Berlín “L’Enfance, la Nuit”. “Nos hemos puesto en contacto con todo tipo de personas, asociaciones e instituciones para ver cómo se encarna la palabra fraternidad en el mundo actual”, dice esta directora de ascendencia vietnamita que alcanzó en 2017 un notable éxito en todo el mundo con su obra “Saigón”.
“Fraternité”, en cuya coproducción ha participado el Centro Dramático Nacional, habla de un mundo en el que las personas ven desaparecer sin motivo aparente a las gentes a las que aman. El dolor que ello genera obliga a crear centros de cuidados para tratar a los ciudadanos, anímicamente destrozados. En esos lugares, llamados Centros de Atención y Consuelo, la comunidad de amputados emocionales se congrega para reflexionar sobre el mundo y tratar de arreglarlo, y también para intentar encontrar la alegría. Pero los años pasan y la misma pregunta sigue presente en la población: ¿dónde están los desaparecidos?
Y son precisamente esos centros imaginarios los que sirvieron de núcleo dramatúrgico a un espectáculo que se ha ido conformando a partir de un texto referencial sin diálogos y del trabajo de improvisación e investigación con los actores y con el equipo artístico. “Están inspirados en los centros sociales que hemos visitado, y en los hombres y mujeres que se reúnen allí porque necesitan encontrar respuestas a las cosas que están viviendo –explica la directora–. También me permite mostrar a las personas que trabajan en esos centros y que se preguntan cómo ayudar y curar a hombres y mujeres que no comparten un sistema referencial y cognitivo común”. Y la respuesta a esa pregunta solo puede hallarse, según Caroline Guiela Nguyen, siguiendo un camino, el de “reconocer sin vacilar a un extraño como propio y actuar con él y en su nombre, porque todos formamos parte de la misma comunidad humana”.
- Dónde: Teatro Valle-Inclán, Madrid. Cuándo: hasta el domingo. Cuánto: 20 y 25 euros.