Memoria

Petr Ginz, el niño que confundió el Holocausto con el Salvaje Oeste

LaJoven recupera, en el Teatro Fernán Gómez, los diarios del adolescente judío en “Praga, 1941″, con texto de Paco Gámez y dirección de José Luis Arellano

Raúl Pulido (en la imagen) y Fernando Sainz de la Maza se alternarán en la representación del monólogo de Paco Gámez
Raúl Pulido (en la imagen) y Fernando Sainz de la Maza se alternarán en la representación del monólogo de Paco GámezIlde Sandrín

«Lo que resulta ahora totalmente corriente, hubiera sido motivo de escándalo en una época normal». Podría ser el comentario de cualquier parroquiano apoyado en la barra del bar, o de una señora que esté viendo el telediario en su casa, pero no, es el apunte de un chaval de catorce años a principios de los años 40 del siglo pasado. Su nombre fue Petr Ginz, fue una de tantas víctimas de Auschwitz y es el protagonista de la nueva pieza de LaJoven, Praga, 1941. Un monólogo firmado por Paco Gámez y dirigido por José Luis Arellano que pone a dialogar a ese joven checo de origen judío con un adolescente de hoy (interpretado por Raúl Pulido y Fernando Sainz de la Maza, que se alternarán en las representaciones): «Nos viene muy bien para entender como una posibilidad real lo que, en principio, se concibe como un hecho aislado», confiesa el autor, quien se ha inspirado directamente en los diarios de Ginz, editados en castellano por Acantilado. «En comparación con los de Anne Frank –apunta Arellano–, aquí Petr es más ingenuo que ella. Habla de su ciudad como si fuera el Oeste, lleno de “sheriffs” [en referencia a la estrella en el pecho que portaban los judíos]. Es duro porque no es consciente de la situación».

Petr Ginz, el niño que confundió el Holocausto con el Salvaje Oeste
Petr Ginz, el niño que confundió el Holocausto con el Salvaje OesteIlde Sandrín

De esta forma, la compañía sigue apostando por montajes que indagan en el pasado del siglo XX, aunque Praga, 1941 no entra dentro de esa tetralogía del Mapa de las ruinas de Europa que disecciona las ideologías que marcaron nuestra historia más directa. «Aun así, sí es un capítulo aparte que pretende tener complicidad con Fuego, donde se hablaba de las Juventudes Hitlerianas y de cómo los nazis los fueron atrapando a base de manipulaciones», confiesa Gámez de una obra que presenta como «la otra cara del mismo momento histórico». Aquí no se muestran los relatos de los invasores, sino «el dolor de las familias», puntualiza el responsable del texto: «Las palabras de Petr duelen por su inocencia describiendo la política del horror, los pasos por los que el totalitarismo fue privando a los judíos de sus libertades de una forma certera y atroz. Llena de luz uno de los momentos más oscuros de la humanidad –continúa–. Mucho sabía yo de los campos de exterminio, pero poco de cómo se llegó hasta ahí, cómo la gente intentaba seguir su vida, su día a día mientras todo lo que había sido su mundo se desmoronaba».

Explica Gámez que creció escuchando que aquel momento no se repetiría «jamás», pero que, en la actualidad, el paradigma de lo que nos han dicho durante años «se tambalea» y conviene «volver la vista a los años 40, a la II Guerra Mundial y a los años previos en los que el nazismo se hizo fuerte y se extendió por Europa como una mancha de tinta», comenta antes de calificar de «casualidad» que el estreno coincida en el momento de la invasión de Ucrania y del ascenso de la extrema derecha en toda Europa.

Petr Ginz, el niño que confundió el Holocausto con el Salvaje Oeste
Petr Ginz, el niño que confundió el Holocausto con el Salvaje OesteIlde Sandrín

Sobre todo ello se detendrá una función que recupera pasajes de los diarios de ese chaval de catorce años: «Jóvenes rubios no paran de gritar frente a mi casa», escribía Ginz entonces, aterrado por salir a la calle. Enfrente estará Daniel, con quien, aparentemente, hay un abismo. Sin embargo, el joven del hoy encontrará una caja en el trastero que le hará acercarse al pasado y ver que no son tan grandes las distancias que le separan de Petr. Este fue un chico que seguramente vivió en esa casa en 1941 cuando los nazis ocuparon la ciudad. Daniel, que tiene la misma edad que Petr, lee con incredulidad cómo era la vida en las calles por las que él pasea. La voz de los dos chicos empieza a fundirse y los límites entre el presente y el pasado cada vez parecen más difusos. Daniel se pregunta qué hacer con el testimonio que ha encontrado por casualidad, si quedará algún superviviente de esa familia judía a la que entregar las pertenencias de Petr, o cómo conservar ese trozo de la historia. La que sí sobrevive en la actualidad es la hermana del autor de los diarios, a la que han acudido desde LaJoven para realizar la función, como cuenta Arellano.

  • Dónde: Teatro Fernán Gómez, Madrid. Cuándo: hasta el 22 de mayo. Cuánto: 18 euros (entrada general).