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«33», el musical que le gustaría al Papa

Arrasan en taquilla y han ampliado su puesta en escena hasta marzo... Nos lo cuenta Christian Escuredo, el protagonista, y el director Toño Casado

Christian Escuredo en el muro de las lamentaciones
Christian Escuredo en el muro de las lamentacioneslarazon

"33"arrasa en taquilla y ha ampliado su puesta en escena hasta marzo... Nos lo cuenta Christian Escuredo, el protagonista, y el director Toño Casado

Puede parecer un simple juego de números. O no. Puede parecer «33 El musical» el clásico auto sacramental de Jesús. O no. Puede parecer coincidencia que Toño Casado, sacerdote, autor y músico, se encontrara con la obra a sus 33, catorce años atrás en el tiempo, no echen cuentas, más vale el misterio. Suman 33 los personajes que pasan por el escenario de una obra mayúscula, que no solo se ha convertido en una súper producción, sino que además se ha levantado un teatro (en Ifema) para su puesta en escena. Y pasan de cien los profesionales que descifran el misterio. O lo logran. Un año de trabajo quedaba atrás el día del estreno. El día que los astros se reunieron, aquella tarde en la que se cerraba el círculo: «un conjunto de locos se juntaron para hacer una locura y a su vez otros locos disfrutaron también y aquello se convirtió en algo contagioso, porque resulta que también se contagia lo bueno, no sólo lo malo», relata más de un mes después Toño Casado, sacerdote, autor y músico, y director de 33 El Musical en el propio teatro, junto a Christian Escuredo, el protagonista que encarna a Jesús. Es Toño el mismo que un día soñó con poner esta aventura en marcha. Un año de trabajo, sesenta días de ensayos y una puesta en escena espectacular: «Hay gente que viene a ver un auto sacramental, error; hay quien piensa que viene a ver una obra muy provocativa, error. «33» es un musical familiar muy divertido, emocionante, con mucha chispa y mensajes para hacer pensar a la gente y con una calidad extraordinaria. Es un musical de Broadway por la escenografía, los actores, los músicos, el equipo creativo y de producción, el escenario de David Pizarro y Roberto del Campo, que es increíble. Todo de madera, la madera del carpintero y la cruz, es muy cálido y tiene muchas sorpresas», mantiene Casado que admite: «Este musical tiene dos hándicaps a la hora de venderlo. Uno es que lo ha escrito un cura y eso ya hay gente que por prejuicios... Y otro es que es de Jesús y muchos pensarán qué rollo macabeo me van a meter y la gente se encuentra con algo realmente sorprendente».

Como no podía ser de otra manera, Jesús es el protagonista de «33», interpretado por un enigmático Christian Escuredo, capaz de cautivar al público en ese viaje que emprende durante la obra y que vuela acompañado por el público de principio a fin. «Soy un loco de las preparaciones de los personajes, porque soy un loco de mi oficio, pero lo que me pasa con Jesús es que es un personaje tan potente y tan bonito que no me apetece desconectarme de él, porque me hace mucho bien», confiesa Escuredo un par de horas antes de comenzar otra función... «En este musical no puedo desvelar muchas cosas para no hacer spoiler, pero me enchufo mucho al espectador y se nota la respuesta del público, la energía. De ahí que puedas hacer muchas funciones y nunca te aburras».

A «33» el musical no le preceden las prisas ni la urgencia, al contrario, está todo milimétricamente pensado, medido y degustado y se nota en las más de dos horas y media de espectáculo. «Ensayamos durante dos meses, pero tuve mucho tiempo para preparar el personaje, hablar con Toño, profundizar sobre lecturas cristianas y quise ir a Tierra Santa, recorrer la escenografía real y la verdad es que el proceso ha sido muy interesante... Salir de Occidente y acercarme a Galilea me impresionó mucho y hablar con gente que valoraba mucho al Jesús histórico que se alejaba quizá un poco de la religión y te hablaba de lo interesante que había sido la figura. Me llenó tanto que todavía a día de hoy me van cayendo fichas de todo ese proceso vivido y sentido, incluso en un paseo por el Prado viendo determinadas obras o cuando actúo», mantiene el protagonista de la obra.

«Jesús no es algo arqueológico, lo que le pasa a él nos toca a muchos, venimos de esto. Su historia podría ser muy bien la nuestra, la de los amigos, la pasión por los demás, la traición... Es un musical que le encantaría al Papa y creo que concuerda con él. Incluso aparece un tango y eso que no tiene nada que ver», apunta Toño.

Hace ya casi un par de meses que se estrenó «33» y dado el éxito han decidido prorrogar hasta el 17 de marzo. Lejos queda ya aquella noche previa al estreno: «Recuerdo las pesadillas, soñar que me quedaba en blanco, despertar con las canciones o un texto en bucle. Yo creo que eso nos pasa a a todos. El otro día me estaba peinando y una de las sastras me preguntaba qué podía hacer para no despertarse todos los días con la misma canción», comenta Christian. Hoy también es día de función y, a pesar de que quedan un par de horas para el comienzo, se retira: «Hay que calentar el cuerpo, la voz... La cabeza también la freno... ¿Algún ritual? Enciendo una vela. Si no lo hago me falta algo. Es una manera de honrar, pones en juego muchas cosas , está la muerte...». Se abrirá después el telón. Más de dos horas de función. «33». El musical. El misterio.