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Amor de Don Perlimplín con Belisa en... el Patio del Quique

Fernando Cayo protagoniza la "Aleluya erótica" de Lorca en una propuesta muy veraniega en la capital
De izquierda a derecha, Ana Belén Beas, Fernando Cayo y Carmela Martins
De izquierda a derecha, Ana Belén Beas, Fernando Cayo y Carmela MartinsSeda

Madrid Creada:

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Don Perlimplín ama a Belisa, Belisa ama a más hombres y Marcolfa cuida de Don Perlimplín mientras observa cómo inmola su corazón. Llega así una nueva versión de la Aleluya erótica (Amor de Don Perlimpín con Belisa en su jardín) de Lorca sobre las turbulentas relaciones humanas que mezclan la dependencia, el enamoramiento, la juventud, la madurez, el sexo, la subida al cielo... más la tensión de tres personajes dentro de un jardín que protagonizan este cuento de desamor.
«Una historia muy mundana entre un hombre mayor y una joven, algo muy de moda en las redes sociales de hoy, pero tratado hace más de 90 años por Lorca mediante un lenguaje muy delicado», resume Fernando Cayo, protagonista de un montaje en el que estará escoltado por Ana Belén Beas y Carmela Martins; «es un viaje entre el amor y el erotismo», replica Triana Lorite, la directora y autora de la adaptación.
Es esta la función que ocupará, desde hoy, las noches en el Patio del Quique (San Francisco, antiguo Teatro Galileo). Una velada que un verano más vuelve a salirse de la sala para recuperar un clásico al mismo tiempo que los espectadores alternan la representación al aire libre con la cena «¡y con unos cócteles!», interrumpe Cayo. «Se ha diseñado un cóctel para cada personaje». Son estos los aderezos de esta «delicatessen poética», en boca del actor, que ha incorporado uno de los árboles del patio a la escenografía, «un personaje más en este mundo de duendes y hadas». El texto se mantiene «tal cual» y las imágenes recuerdan al universo de Marina Abramovic, apunta Cayo. «No es teatro al uso». Se incorporan «elementos de la danza y se cuenta de una manera vanguardista». También un piano desnudo ganará protagonismo en manos del intérprete.
Su protagonista, Don Perlimplín, «está muy conectado con el mundo de Lorca, pero no vamos a ver una recreación de un anciano, sino a un señor de 50 en el que la diferencia con Belisa no es tanto de edad como que vienen de mundos distintos. Veremos a un hombre encastrado en un mundo mágico que sufre una metamorfosis a través del amor». Se deshace Cayo en elogios ante un papel del que ensalza su capacidad para «comprender que su pareja pueda tener otros encuentros amorosos sin que ello le haga de menos. Es un amor moderno» contado hace casi cien años.
Una visión de Lorca que en la primera mitad del siglo XX fue calificado de «pornográfico», un calificativo suficiente para su prohibición durante la dictadura de Primo de Rivera y olvidada hasta su estreno en 1933.
  • Dónde: Patio del Teatro Quique San Francisco, Madrid. Cuándo: hasta el 17 de septiembre. Cuánto: 20 euros.