Siglo de Oro

Ana Caro de Mallén le da una lección al mito de Don Juan

La Compañía Nacional programa por primera vez a la autora áurea para reparar una "deuda incomprensible"

Ensayo de la obra de teatro "Valor, agravio y mujer"
Ensayo de la obra de teatro "Valor, agravio y mujer"Sergio ParraSergio Parra

Mucho ha tenido que llover, muchos años y muchos siglos, para que Ana Caro de Mallén volviera a la primera línea; y a pesar de que fuera «la mejor dramaturga del Siglo de Oro español por su destreza en el arte de la versificación y su dominio de las estructuras dramáticas a la hora de componer comedias», afirma, convencidísima, Juana Escabias, investigadora teatral y firmante de la versión de Valor, agravio y mujer que se estrena mañana en la sede madrileña de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.

Un brote de peste terminó con la vida de Caro de Mallén en Sevilla en 1646 y con ella se marchó todo su legado hasta bien entrado el siglo XXI, donde apenas se conservan obras suyas (cuatro relaciones de sucesos, una loa, un coloquio sacramental, cuatro poemas y dos comedias). En vida, recibió el reconocimiento como escritora y numerosos elogios que aparecen en crónicas como la que hizo Luis Vélez de Guevara, quien la nombraría «décima musa andaluza». Sin embargo, la historia es caprichosa, o machista en este caso, y ha obviado, hasta ahora (en plena pandemia el Instituto Cervantes lanzaba una nueva edición de este texto y Cátedra acaba de publicar su Teatro completo), todos esos certámenes de poesía que ganó. «Estrenó en los corrales, cobró a cambio de representar sus obras, recibió encargos para componer teatro y publicó al lado de escritores como Calderón y Tirso», añade Escabias.

La vida de la autora áurea ha sido un enigma hasta bien entrado el siglo XXI

Ana Caro de Mallén llega, así, y por primera vez, a una CNTC que paralelamente desarrolla su otra comedia larga conservada, El conde Partinuplés. Todo «un acontecimiento», celebra la segunda gran pata del montaje, su directora, Beatriz Argüello, que conoce bien la casa por sus papeles sobre este mismo escenario y por las ayudantías de dirección anteriores. Junto a Escabias, es responsable de «saldar una deuda incomprensible que se tenía» y de ofrecer este «brindis» invadido por la pintura de Los cinco sentidos de Rubens y Brueghel. Lo hace con una comedia de capa y espada que califican de «documento insólito y sorprendente» por la visión de una mujer sobre el mito del burlador de mujeres, Don Juan. El cual «no es desmontado desde un juicio moral, sino desde la burla, la ironía y la inteligencia –sostiene la autora–, desde el patetismo que implica ese comportamiento». La potencia de la voz femenina del siglo XVII frente al ridículo de algunos valores del comportamiento masculino.

La escritora áurea rompe con el discurso y las costumbres de la época, como también hicieron María de Zayas y Juana de Asbaje. Lucha desde sus obras contra los estereotipos aportando una visión diferente de la sociedad. Hace tambalear el patriarcado y vislumbra nuevas maneras. «En su teatro encontramos una galería de mujeres autosuficientes y dueñas de su destino, personajes que hacen del arrojo y de la capacidad de decidir sobre su vida su modus operandi», completa Escabias.

Caro de Mallén desmonta al burlador desde el patetismo de su comportamiento

Así es Doña Leonor, interpretada por Julia Piera y protagonista de la pieza, mujer que viaja a Flandes vestida de varón (Leonardo) para vengarse de Don Juan de Córdoba (a cargo de Pablo Gómez-Pando), su burlador, matándole por la espada. Leonor es «la voz femenina en un mundo de hombres», comenta Piera: «Un personaje complejo y capaz de salir a restaurar su honor sin miedo a morir en el intento. Es un referente de valentía y decisión, pero, ¿es consciente de todo lo que arrasará por el camino?», se pregunta la actriz de un personaje que, para Argüello, evoluciona de «adolescente a mujer». Porque el valor de la protagonista no está en su decisión de vengar su agravio, sino en su capacidad de perdón, pues «siempre estuvo enamorada de él», continúa la directora. «Se da cuenta de que el deshonor que arrastra no es tal. ¿Qué es estar agraviada? ¿Acostarse con un hombre por amor ? Entiende que la idea que hay sobre la virginidad de la mujer es un concepto antiguo».

«Don Juan recibe una lección», apunta Gómez-Pando. «Diría que al principio está muy crecido, seguro de sí mismo, y a medida que avanza la función se va encontrando más perdido hasta que el mito se derrumba por completo».

  • Dónde: Teatro de la Comedia, Madrid. Cuándo: del 13 de abril al 4 de junio. Cuánto: de 6 a 25 euros.