Estreno

Los dilemas de Ortega y Gasset se adueñan del escenario

La relación con nuestra historia y el desprecio por la cualificación de los individuos, dos grandes temas en la obra de Ortega y Gasset, nutren el nuevo trabajo teatral del director Ernesto Caballero

Álex Gadea (imagen) comparte escena con Ana Ruiz y Alberto Fonseca
Álex Gadea (imagen) comparte escena con Ana Ruiz y Alberto FonsecaMiguel Agramonte

Persistiendo en ese objetivo artístico de someter el pensamiento filosófico a las reglas de la representación escénica, los adalides de Teatro Urgente, esto es, Karina Garantivá y Ernesto Caballero, han armado su nueva propuesta partiendo esta vez del formidable legado intelectual de José Ortega y Gasset. Aunque la obra en cuestión, escrita por Garantivá y dirigida por Caballero, se titula, a secas, Ortega, no se trata, ni mucho menos, de una biografía del autor de La rebelión de las masas. Como en otros montajes anteriores de Teatro Urgente, lo que interesa en verdad a sus creadores es urdir una ficción donde los personajes, y los conflictos que protagonizan, estén atravesados por los mismos asuntos y dilemas que fueron motivo de reflexión para el pensador escogido.

En este caso, la función se apoya, explica su director, en dos temas fundamentales para Ortega: «Uno es la manera en la que nos relacionamos con nuestro pasado, y cómo podemos o no, a partir de esa relación, vertebrar algo en común de cara al futuro. Él decía que debíamos tener una comprensión adecuada del pasado para entender nuestras raíces; pero advertía del peligro de idealizarlo, de quedarse anclado, porque eso impedía progresar y adaptarse a las nuevas realidades. Defendía la necesidad de tener una mirada crítica con ese pasado. El otro tema está muy emparentado con Hannah Arendt (la compañía estrenó en 2021 un espectáculo titulado Hannah Arendt en tiempos de oscuridad), y tiene que ver con la idea de hombre-masa, con esa renuncia a los valores del humanismo ilustrado en la que parece que andamos inmersos. Cuando Ortega fue tachado de elitista, lo que estaba criticando era la igualación a la baja de los individuos, y lo que proponía era en realidad devolver al individuo una cualificación óptima para que pudiera desarrollar todas sus potencialidades. La educación fue su caballo de batalla».

Objetos inútiles

Esos temas sobrevuelan toda la historia que Karina Garantivá ha construido y que protagonizan Ana Ruiz, Álex Gadea y Alberto Fonseca. La propia autora resume el argumento de la misma: «Joana (Ana Ruiz) es una mujer que está experimentando una crisis y decide retirar de su casa todos aquellos objetos que considera que no son útiles (entre ellos, una colección de libros de Ortega y Gasett). Su antagonista es Óscar (Álex Gadea), su pareja, que tiene miedo de deshacerse de esos objetos porque cree que quizá pueda perder con ellos parte de su memoria, de su identidad, y que toda la vida que han construido juntos se puede ir con esa decisión. A partir de este conflicto, vivirán una serie de aventuras y de sucesos, algunos de ellos disparatados, que están llenos de humor y de poesía, que son psicológicos, quizá algo filosóficos y que, finalmente, como paradoja, van a hacer que esa colección de libros vuelva a la vida».

«Creo que mucha gente se va a sentir identificada con el personaje de Joana –añade Caballero–, porque representa ese lugar de incertidumbre en el que todos nos hallamos: nunca sabemos bien con qué debemos quedarnos y de qué debemos desprendernos. Y todo eso sirve para suscitar una serie de cuestiones relacionadas con la identidad, el arraigo, la memoria, la historia, la proyección que hacemos de nosotros mismos...». Pero insiste el director en que ese meollo, aparentemente sesudo, no supone en ningún caso un obstáculo para para poder disfrutar de «un espectáculo puramente teatral, porque nosotros, en definitiva, lo que hacemos es eso, teatro».

  • Dónde: Teatro Quique San Francisco, Madrid. Cuándo: hasta el 15 de octubre. Cuánto: desde 12 euros.