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Teatro

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"El desdén con el desdén": La resbaladiza antesala del amor

"El desdén con el desdén": La resbaladiza antesala del amor
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Autores: Agustín Moreto. Director: Iñaki Rikarte. Intérpretes: Nicolás Illoro, Mariano Estudillo, Irene Serrano, Antea Rodríguez... Teatro de la Comedia. Hasta el 7 de abril.

La quinta promoción de La Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico pone el broche de oro esta temporada a su privilegiado periodo de formación con el montaje de una obra en cuyo género, por regla general, se desenvuelven mejor que en ningún otro estos voluntariosos y esforzados actores que, en realidad, están aún despertando a la vida adulta: la comedia de enredo (o, en este caso, la comedia palatina). No obstante, sin poner en entredicho las incontables virtudes de la pieza, no es «El desdén con el desdén» uno de los títulos más sencillos de representar dentro de la panoplia de comedias áureas, entre otras cosas, por cuanto tiene de sofisticado o de barroco el lenguaje de Moreto en los pasajes más descriptivos y argumentativos. A pesar del notable trabajo de Carolina África para firmar una versión que, precisamente, se afana en permitir al público una útil descodificación semántica, creo que no hubiese estado mal una intervención gramatical mayor en algunas escenas del primer acto. Quizá eso hubiese soliviantado a los puristas, que ya de por sí andan siempre soliviantados con cualquier cosa que se toque, y tal vez por ello la dramaturga no haya querido, o no haya podido, acometerla; pero, sin duda, hubiera permitido que el espectador siguiese la trama desde el principio bien pegadito a ella, al ritmo que marca una acción dramática que hoy puede fluir sobre el escenario mucho más ágil que el verso que la acompaña. Eso sí, como las líneas rojas no suelen estar tan marcadas para los directores como para los versionadores, Iñaki Rikarte se ha permitido en su trabajo «aclarar» más algunos vericuetos del conflicto acercándolo a nuestro tiempo y enmarcándolo, de forma denodada e ingeniosa, en algunas escenas –las de la hípica, las de las lecciones de filosofía, las del carnaval, etc.– que se siguen con entusiasmo desde el patio de butacas y que, por cierto, exigen del equipo técnico un plus de concentración y destreza. En las interpretaciones, correctas todas cuando menos, destacan, como no podía ser de otra manera, los que tienen más tablas: el veterano Paco Rojas, siempre estupendo en este tipo de comedias, y la vivaracha y resolutiva Irene Serrano.