Teatro

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El feminismo, contra sí mismo

La mujer se erige en auténtica y única protagonista de «Las bárbaras», una obra dirigida por Carol López.

De izda. a dcha., Mona Martínez, Amparo Fernández y Ana Wagener
De izda. a dcha., Mona Martínez, Amparo Fernández y Ana Wagenerlarazon

La mujer se erige en auténtica y única protagonista de «Las bárbaras», una obra dirigida por Carol López.

Llegados a este momento histórico, en el que el feminismo se ha convertido en un movimiento transversal que toca buena parte de las nuevas propuestas escénicas que se van sucediendo, era comprensible que algún autor inquieto, como es el caso de Lucía Carballal, diese un pasito más allá y lo tomase no tanto ya como herramienta o como vehículo de expresión, sino como materia artística en sí misma, un tema complejo sobre el que indagar, incluso ya con cierto distanciamiento. Y eso es lo que parece que se ha propuesto en «Las bárbaras», una historia sobre mujeres contada por ellas que, no obstante, según su directora, Carol López, «puede interesar exactamente igual a los hombres y podría, desde luego, estar dirigida por un hombre».

Carmen, Susi y Encarna, tres amigas que rondan los 65 años, viajan a un hotel en un pueblo de Alemania para reponerse de la muerte de otra amiga, Bárbara, a la que prácticamente doblaban la edad. La diferente forma que tiene cada una de ver los que Bárbara ha significado realmente en sus vidas activará el conflicto de una obra que pone a los personajes frente a sí mismos para que sean ellos quienes puedan evaluarse con perspectiva de acuerdo a las decisiones que han tomado y los roles que han adoptado.

Inteligencia y humor

«Son tres mujeres que, en cierto modo, responden a tres maneras distintas de relacionarse con el feminismo –explica la directora–. Una cree que rompió moldes, y no va a consentir que una nueva generación la venga a juzgar ahora y a condenar; la segunda considera, igualmente, que ella lo hizo bien, pero cree que hay una generación que viene detrás que aún puede enseñarle muchas cosas; por último, la tercera, la más práctica y quizá la más inteligente, es la que vive la época que le ha tocado vivir y, dentro de ella, trata de hacer todo de la mejor manera sin cuestionarse tantas cosas». Todo esto, según López, se plantea en la función «con mucha inteligencia y con mucho humor». «En realidad, lo que está haciendo Lucía (Carballal) es prácticamente una crítica al feminismo dentro del feminismo», asegura la directora.

La función, protagonizada por Ana Wagener, Amparo Fernández y Mona Martínez, a quienes acompaña en el escenario la cantante María Rodés, trata también algunos otros temas, como la maternidad o las irremediables renuncias que acumulamos independientemente de nuestro sexo. «Decidir es renunciar, y eso Lucía lo plantea muy bien en la obra; lo hace de una manera luminosa y sin adoctrinar a nadie», concluye la directora.