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Flamenco

Eva Yerbabuena: "Hay que sentir más y entender menos"

La bailaora regresa a Madrid con una pieza, 'Yerbagüena', que ya estrenó en la capital hace dos años

Eva Yerbabuena, en acción
Eva Yerbabuena, en acciónLaura León

Charlar con Eva Yerbabuena debería estar recetado por algunos médicos. Hay una palabra que no se le va de la boca: “Maravilloso”. Todo es “maravilloso”. Es capaz de ponerle buena cara hasta a los contratiempos de salud. Ella tira “pa'lante” con la mejor de las caras.

Su nuevo viaje es de casa, Sevilla, a Madrid, que también se podría considerar como en casa y donde presentará desde hoy hasta el domingo 'Yerbagüena (oscuro brillante)', en Centro Danza Matadero. “Directa al tajo”, dice quien llega en la misma mañana de la puesta de largo de un montaje que ya estrenó precisamente en la capital, en Suma Flamenca de 2023. Dos años en los que “el niño sigue creciendo y evolucionando maravillosamente”.

Asegura la bailaora que la pieza le ha dado “un reconocimiento increíble”. “Todavía más”, puntualizamos sobre una mujer que, entre otros galardones, acumula el Premio Nacional de Danza (2001) y la Medalla de Oro de las Bellas Artes de España (2017). Pero es verdad que con esta 'Yerbagüena' le llegó, en primavera, un aplauso “especial” desde Gran Bretaña: el Olivier al mejor logro en la danza. Porque el baile “no entiende de idiomas”, señala. “Hay que sentir más y entender menos”.

Celebra el mantener un montaje de este tipo durante varias temporadas: “Es triste y doloroso cuando tienes que estrenar un montaje y otro, y otro, y otro... Apena no poder desarrollarlo. Algo que no ha ocurrido aquí”, comenta sobre una pieza con música en directo, con composición y guitarra de Paco Jarana; Miguel Ortega, Segundo Falcón y Ezequiel Montoya al cante; Daniel Suárez en la percusión y electrónica, y José Manuel Ramos, El Oruco, también a la percusión y en el baile.

Es la carta de presentación de este regreso de Eva Yerbabuena a Madrid. Por cierto, su debut en el Centro Danza Matadero, que abrió sus puertas hace un año: “Sé los arranques no son fáciles, pero se están haciendo las cosas bien. Es maravilloso tener un escenario más en el que poder exponer”.

La artista recurre de nuevo “a la dualidad como forma expresiva y, sobre todo, reflexiva”, apunta el programa de mano. La bailaora se adentra en dos fuerzas contradictorias, “opuestas y complementarias”, pero también “interconectadas”, explica la también coreógrafa, que parte de una máxima presente en sus creaciones: “Nada existe en estado puro ni tampoco en absoluta quietud”.

"Que tiren de mí"

Y es en esa continua conversión en la que se desarrollan las cuatro partes o números en los que se divide 'Yerbagüena'. Mediante bulerías, seguiriyas, tarantas, fandangos, soleás, tientos y milongas, Yerbabuena comprueba la certeza de lo que siempre ha creído. Y es que, como ella misma defiende, “la transformación continua es una morbosa provocación que no solo existe, sino que además le da sentido a todo”.

Ella, asegura trata de tener localizadas sus propias contradicciones y así presentarlas “a través de una dramaturgia flamenca. Trato de mostrar cómo nos sentimos no solo en el escenario, sino también después. Una intenta exponer escénicamente esa forma de sentir y estar que nadie ve”.

Pero 'Yerbagüena', advierte, no es solo baile: “Aquí tienen una importancia máxima los tres palos: guitarra, cante y baile”, apunta de una función que “nunca es igual”. “Notas la diferencia de un día a otro y del estado anímico o del momento vital. Continuamente es un cambio”. La artista pasa de “la bomba”, dice, inicial a otros momentos en los que la tienen que arrastrar: “Hay veces que así me siento. Que tiren de mí, que me levanten y que me ayuden hasta a empezar a hablar”, suspira una mujer que alternará esta gira con la 'Medea' que el Ballet Nacional de España presentará en el Teatro Real del 16 al 19 de octubre.