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«Jesus Christ Superstar»: La estrella que aún brilla

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Autores: Andrew Lloyd Weber (música) y Tim Rice (letras). Dirección: Massimo Romeo Piparo. Intérpretes: Ted Neely, Nick Maia, Paride Acacia, Simona di Stefano... Teatro de la Luz Phillips Gran Vía, Madrid. Hasta el 13 mayo de 2018.
Con una edad casi más próxima a la de Matusalén que a la de Jesucristo, el actor Ted Neely, que protagonizó en 1973 la mítica película de Norman Jewison sobre esta ópera-rock
–y que ya había estado dos años antes como suplente en el elenco original del musical cuando se estrenó en Broadway–, ha tenido el suficiente arrojo y la necesaria energía para subirse de nuevo al escenario e interpretar, una vez más, el personaje al que le debe prácticamente todo en su carrera. El hombre, como es lógico a sus 75 años, no está ya para dar muchos trotes sobre las tablas; pero algunos sí da, y con la suficiente destreza
–apoyándose en el falsete, eso sí– para encadenar todavía los aplausos de un público, el de Madrid, en el que algunos lo veneran como a un ídolo musical y otros, prácticamente todos, lo respetan al menos como un verdadero icono de toda una época. Articulada bajo un formato escénico no tan fastuoso como cabría esperar y algo apergaminado en la escenografía de Giancarlo Muselli, la obra de Andrew Lloyd Weber (música) y Tim Rice (letras) puede verse hoy, no ya con el entusiasmo que suscitaba en los 70 su transgresora naturaleza teatral, pero sí con la simpatía que despierta una pieza que ha pasado a formar parte de la cultura popular y que vuelve a ser recreada ante el espectador con unos mínimos indispensables de corrección técnica y artística. En este sentido, resulta impecable la ejecución de una banda capitaneada por Emanuele Friello que, no obstante, ocupa visualmente un primer plano que hubiera sido más conveniente ceder a los actores. Y destacan asimismo algunos miembros del elenco: por un lado, Nick Maia resuelve la difícil papeleta de incorporar el personaje de Judas –tiene buenas canciones, pero en la dramaturgia resulta bastante cargante– y suple con un desbordante derroche físico las comprensibles carencias de Neely; por otro lado, Simona di Stefano se luce dando vida a María Magdalena e interpreta con enorme talento algunas de las canciones más bonitas del musical, como es el caso de «Don't know how to love him».

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