Madrid

Otello, el moro de Illinois

Gregory Kunde es hoy la reencarnación del personaje shakespeariano, su representación en la tierra. El Teatro Real inaugura el jueves la temporada con este drama, en lo más alto de la producción verdiana

Kunde, durante el ensayo de «Otello»
Kunde, durante el ensayo de «Otello»larazon

Gregory Kunde es hoy la reencarnación del personaje shakespeariano, su representación en la tierra. El Teatro Real inaugura el jueves la temporada con este drama, en lo más alto de la producción verdiana

La primera vez que el tenor norteamericano Gregory Kunde pisó un teatro de ópera tenía 19 años y muy pocas ganas, por no decir ninguna, de escuchar música clásica. Cuenta que literalmente le arrastraron a ver «Salomé», de Strauss. Poco a poco fue abriendo los oídos. Cuando acabó la representación tenía claro que aquello era a lo que deseaba dedicarse. Recuerda que en aquellos años, los setenta, no había tantos teatros de ópera en Estados Unidos, sólo las ciudades grandes tenían coliseos importantes. Ese tipo de música ni me interesaba ni me gustaba, y eso que jamás en mi vida la había escuchado», explicaba, y ponía un ejemplo para que no hubiera duda alguna: «Es como cuando te dan a probar un alimento que jamás has catado y te niegas por sistema aunque desconoces a lo que sabe. Pues eso era exactamente lo mismo. Rechazaba la ópera sin haberla oído. Primero prueba y después, si no te gusta, lo dejas a un lado».

Kunde, que se toma la vida con calma, que nos da la sensación de que la va saboreando, de que se deleita en cada bocado (habla con pausa, mueve las manos, gesticula lo justo), abre por segundo año la temporada del Teatro Real. El pasado lo hizo como debutante a sus sesenta cumplidos en un «Roberto Devereux» que levantó pasiones y al que se aplaudió con ganas. La carrera del tenor es dilatada y, a pesar de un importantísimo problema de salud que le dejó fuera de combate durante un tiempo con el interrogante de si podría volver a cantar, Kunde, fuerte y brioso, volvió para pisar fuerte en los escenarios de todo el mundo. El jueves lo hará como la reencarnación de «Otello», un papel para el que no tiene hoy competidor. Presidirán el estreno los Reyes, como hicieron ya en la temporada pasada. Y será un Otello blanco como la pared, sin aditamentos de pintura negra que ensucien la cara. Así lo han decidido el director de escena, David Adlen de común acuerdo con el musical, Renato Palumbo y cuya decisión aplaude el director artístico del coliseo, Joan Matabosch, quien señala que el tema del racismo apenas está presente en un par de referencias, pues en el «Otello» verdiano se prescinde de la primera parte de Shakespeare donde los elementos que aludían a este sentimiento se mostraban más claramente.

- Récord de abonados

Trece serán las funciones de este título que abrirá los fastos del veinte aniversario de la reinauguración del Real –que se cumplen el año que viene– y que coincidirá con la celebración del bicentenario de la fundación de la casa (que este año ha batido record de abonos, con 20.000). Con este título se trata de homenajear al bardo inglés en el año de su 400 aniversario con una obra «considerada y recibida como maestra cuando se estrenó en 1887 estamos ante una de las adaptaciones más extraordinarias», dice Matabosch. Su estreno fue recibido con una salva de ovaciones y vítores y el propio compositor tuvo que salir a saludar en no menos de 15 ocasiones. Triunfo rotundo de un encargo titánico para quien era ya un compositor anciano, que no acabado, el más grande de su tiempo, un «blockbuster», como se refirió a él Pier Luigi Ledda, director general del Archivo Ricordi, una mínima parte de cuyos fondos se expone ahora como aperitivo a este «Otello». Poco tuvo que azuzarle el letrista Arrigo Boito a Verdi para convencerle de que debían de ponerse manos a la obra para hacer realidad esta historia de celos, intrigas, amores y conspiraciones.

En cuanto al montaje se sabe que es muy escrupuloso con el libreto, sobrio, en la que las pasiones son las verdaderas protagonistas sobre el escenario. Junto a Gregory Kunde estarán Alfred Kim, George Petean, Ángel Ódena, Ermonela Jaho, Lianna Haroutounian, Alexey Dolgov y Xavier Moreno. La función del 24 de septiembre será retransmitida en directo en Palco Digital del Teatro Real y también se podrá seguir en RTVE.es, The Opera Platform, Shakespeare Lives y ARTE Concert. Ese mismo día se retransmitirá en directo en pantallas al aire libre instaladas en Granada, Sevilla, Valladolid e incluso desde la playa de San Javier. En los países de América Latina se podrá seguir en diferido el 30 de septiembre.

Aquellos «aplausos frenéticos»

La unión hace la fuerza y en el caso del letrista Arrigo Boito y del compositor Giuseppe Verdi la máxima se cumplía a rajatabla. El músico se encontraba al final de su carrera y pocas ganas le quedaban de volver a encerrarse a componer después del estreno de su triunfal «Aida». ¿Para qué quería nuevos quebraderos de cabeza si había demostrado todo lo que tenía que demostrar? A Ricordi, el editor por antonomasia, experto en el arte de convencer, poco le costó llevar al padre de Otello a su terreno. Todos los grandes, de Puccini a Donizetti, habían trabajado con él. La coqueta exposición que se puede ver en la planta sexta del coliseo reúne cómo fue precisamente ese nacimiento de «Otello» a través de la mirada del histórico archivo. Fotografías de los cantantes que debutaron el título, libretos con anotaciones de la enfervorecida reacción del público («aplausos frenéticos», se lee) ante el estreno, dibujos de la escenografía...