Teatro

Lorca

Un juego de matrioskas con Lorca y Shakespeare

Una escena de «Comedia y sueño»
Una escena de «Comedia y sueño»larazon

Hace dos años, un proyecto llamado «Comedia y sueño» llevó a escena a un grupo de actores con un vínculo común, la escuela de Juan Carlos Corazza, director del montaje igualmente. Aquel estreno regresa, cambiado y renombrado como «Comedia y sueño. La mentira más hermosa», con rostros nuevos y el mismo espíritu: unir los mundos de Federico García Lorca y William Shakespeare. ¿Cómo se hace esto? A partir de la puerta que el propio dramaturgo granadino dejó abierta en su obra inconclusa, «Comedia sin título», de la que sólo pudo escribir el primer acto antes de ser asesinado en la Guerra Civil y en la que un grupo de actores interpreta «El sueño de una noche de verano». «No hay en absoluto una intención por mi parte ni por parte de la compañía de completar su obra –explica Corazza–. Ofrecemos el texto inacabado de Lorca y algunas escenas de "Sueño de una noche de verano"». Y asegura el director: «Yo lo siento como un espectáculo que respeta todo ese texto de Lorca y que busca el espíritu que hay en ese acto. Y aunque no está todo el texto de Shakespeare, nuestro lenguaje artístico sí que busca el alma de esa comedia. Diría que es un espectáculo que conecta ambas obras».

Cuando Lorca hace a sus actores ensayar a Shakespeare y, en la comedia del bardo inglés, los cómicos contratados por el Duque Teseo ensayan a su vez una obra en el bosque, asistimos a un curioso juego de matrioskas. «Eso está contenido en esta obra y es fascinante y excitante siempre ver el teatro dentro del teatro y aquí hay momentos en que se produce a su vez otro "dentro del teatro"más, una suerte de telones interminables, que también están en la obra de Lorca», cuenta Corazza. A él, como maestro de actores, este texto le ha interesado siempre, ese juego de niveles que se contienen unos a otros es algo que siente de forma especialmente próxima: «En mi trayectoria, en mi experiencia, en mi corazón y en el teatro que me sale, lo pedagógico y lo artístico están muy unidos: yo lo concibo como algo integrado, me interesa que en la creación tenga cabida una parte de investigación y de desarrollo de los intérpretes».

Unos intérpretes en los que en su día estuvo Rafa Castejón y Alicia Borrachero (ambos están estos días con otras obras en la cartelera madrileña), y que regresa a Madrid con Jan Cornet, Raúl de la Torre, Alba Flores, Ana Gracia, Pepe Lorente, Manuel Morón y Tamar Novas (ambos estaban en el primer montaje), Vipoleta Pérez, Xenia reguant y Óscar Velado. Rostros jóvenes, algunos, pero conocidos, con el que esperan que, «esta vez, en Conde Duque, el proyecto tenga algo más de visibilidad».