Resurrección Sevilla

Esfuerzo de Morante, roto, y esbozos de capa la tarde del todo que acabó en poco

El diestro salió a saludar a pesar de que hizo el paseíllo infiltrado de la clavícula y se topó la terna con una deslucida corrida de Juan Pedro Domecq

Morante, en un natural hoy en la Maestranza 17 ABRIL 2022 Eduardo Briones / Europa Press 17/04/2022
Morante, en un natural hoy en la Maestranza 17 ABRIL 2022 Eduardo Briones / Europa Press 17/04/2022Eduardo BrionesEuropa Press

La suerte o Dios sabe qué hizo que hacer el paseíllo en Sevilla en la fecha más significativa del año fuera para Morante un más difícil todavía. La plaza estaba espectacular. Por el llenazo o por esa luz que cae sobre la Maestranza que en Resurrección es una cosa especial. Hay que vivirlo. Pase lo que pase. El cartel era cien por cien sevillano. Un duelo en casa. Morante, a pesar de esa luxación acromioclavicular de grado 2, una lesión dolorosa y que limita la movilidad de la articulación, dijo sí a Sevilla, a su tierra, a su trono. Y entonces ocurrió el toreo sin compás de espera con ese noble Juan Pedro que saltó al ruedo en primer lugar. Hubo emoción en el toreo compacto y de corazón, una vez superado el tramo del capote donde el toro venía cruzado. Fue en la suerte suprema donde se le volvió a cruzar apretándolo y poniéndolo en apuros. Lo vimos estampado en las tablas. Eso es el toreo. Se pasa de la maravillosa fragilidad en la que se sostiene el arte a la tragedia en décimas de segundo. Antes, lo gozamos.

No se tenía en pie el cuarto. Le sustituyó un sobrero de Virgen María, que ojalá hubiera tenido más entrega en la muleta de un Morante que quería, pero era imposible. Iba y venía el toro sin ímpetu y con la cara por las nubes. Brindó a la infanta Elena, a pesar de que apenas sacó un par de tandas con poder y solvencia. No había más.

Juan Ortega

Juan Ortega tiene en las muñecas oro puro. Sacó los vuelos a la verónica y se ciñó por chicuelinas. Confió en el segundo Juampedro, como lo hizo después Abraham Neiro en dos palos espectaculares. Ortega estaba fino hasta que tomó la muleta. El toro se vino abajo, iba y venía sin más y así la faena de Juan. Lo vio fácil con la espada.

Era difícil ver al quinto, porque sus embestidas resultaban tan deslucidas que era complicado ver la luz y la tarde pesaba. Juan Ortega se fue largo para el poco contenido que tenía delante. El Domingo de Resurrección y su llenazo no estaba a la altura de lo esperado ni lo deseado.

Juan ORtega, Pablo Aguado y Morante, en Sevilla 17 ABRIL 2022 Eduardo Briones / Europa Press 17/04/2022
Juan ORtega, Pablo Aguado y Morante, en Sevilla 17 ABRIL 2022 Eduardo Briones / Europa Press 17/04/2022Eduardo BrionesEuropa Press

Un tris duró en el ruedo el tercero hasta que salió el bis. Era el turno de Pablo Aguado. No tuvo prisa después y se entretuvo en llevar al toro hasta los medios por verónicas. Le fluyen. La tarde era, sin duda, un duelo de toreo de capa. Pensábamos que venían cosas grandes después, pero el suflé nos duró poco. El comienzo de faena de Aguado fue bonito, mas el toro fue a menos y se diluyó todo como si fuera una nebulosa.

Pablo Aguado, aen Sevilla Europa Press 17/04/2022
Pablo Aguado, aen Sevilla Europa Press 17/04/2022Joaquin CorcheroEuropa Press

Cuando salió el sexto la tarde distaba de lo esperado. De pronto quitó Morante y con dos lances y una media relató el toreo para ponernos en el sitio. Pablo Aguado, que era su turno, se picó y replicó con verónicas y algún delantal. Despertamos. El de Juan Pedro Domecq nos la volvió a jugar y duró nada y menos en la muleta de Aguado y antes de que nos diéramos cuenta la faena se convirtió en un sucedáneo de lo que debería ser. Una pena. El cartel tan bonito, esta plaza en fecha tan emblemática... Sevilla con tantas ganas y un vacío. La faena de Morante y el esbozo de toreo de capa en tarde de todo que quedó en poco.

Ficha del festejo

Sevilla. Domingo de Resurrección. Se lidiaron toros de Juan Pedro Domecq. El 1º, noble y bueno; 2º, va y viene; 3º, como sobrero, noble pero sin codicia y a menos; 4º, sobrero de Virgen María, va y viene sin humillar y sin entrega, deslucido; 5º, malo por deslucido; 6º, muy a menos. Lleno de «no hay billetes.

Morante de la Puebla, de azul añil y oro, pinchazo, estocada (saludos); media (silencio).

Juan Ortega, de azul cielo y oro, estocada (saludos); pinchazo, estocada (silencio).

Pablo Aguado, de verde hoja y oro, dos pinchazos, estocada (saludos); pinchazo, estocada (silencio).