Feria de Abril

Guillermo Hermoso se gana la Puerta del Príncipe

Hermoso sumó las tres orejas en una tarde emocionante y Lea y Pablo cortan una en Sevilla

El rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza, durante la faena al tercer toro de la tarde, al que cortó dos orejas en la séptima corrida de abono de la Feria de Abril de Sevilla hoy domingo en la plaza de la Real Maestranza. EFE/Julio Muñoz
El rejoneador Guillermo Hermoso de Mendoza, durante la faena al tercer toro de la tarde, al que cortó dos orejas en la séptima corrida de abono de la Feria de Abril de Sevilla hoy domingo en la plaza de la Real Maestranza. EFE/Julio MuñozJulio MunozAgencia EFE

El Real había abierto sus puertas a la normalidad y riadas de gente se encaminaban para allá. No se llenó la plaza para la corrida de rejones. Había espectadores, pero el sol, donde pegaba sin piedad, dejaba huecos. Hermoso de Mendoza se anunciaba con su hijo Guillermo y cerraba la terna la rejoneadora francesa afincada en Sevilla Lea Vicens. Pablo abrió plaza con una labor pulcra en un ejercicio de sobriedad y clasicismo, como viene siendo habitual en él. Colaboró el toro de principio a fin, con nobleza y prontitud. Menos explosiva y fluida fue la faena del cuarto al toro que fue noblón y con el que tampoco le funcionó los aceros.

Tuvo franqueza también el astado de Lea, aunque fue tardo y eso hizo que Vicens tuviera que provocar más al de San Pelayo y aguantar los tiempos en los embroques. El rejón de muerte se interpuso en el trofeo.

A la puerta de toriles fue a buscar al quinto. Conectó después en la faena de principio a fin y se ajustó exponiendo en todo momento. Lo tuvo claro Lea Vicens con un animal paradote y un punto aquerenciado.

La rejoneadora Lea Vicens, durante la faena al segundo toro de la tarde en la séptima corrida de abono de la Feria de Abril de Sevilla hoy domingo en la plaza de la Real Maestranza. EFE/Julio Muñoz
La rejoneadora Lea Vicens, durante la faena al segundo toro de la tarde en la séptima corrida de abono de la Feria de Abril de Sevilla hoy domingo en la plaza de la Real Maestranza. EFE/Julio MuñozJulio MunozAgencia EFE

Fulminante fue el rejón al tercero de Guillermo. De menos a más la faena con final feliz de dos trofeos. Se vino tan arriba que se echó pie a tierra antes de tiempo. Lo puso todo el hijo de Hermoso, pero el momento más emocionante llegó en el par de banderillas cortas a dos manos por dentro en terreno inverosímil. Logró trasladar la emoción a los tendidos y el doble premio.

Tenía la Puerta del Príncipe a medio abrir y la logró con el sexto. No escatimó en recursos, puso todas sus herramientas al servicio del toreo a caballo con un toro con clase, cambió los terrenos al animal para sacarle todo el partido posible y logró el sueño. Otra vez.