San Isidro cumple 75 años
El 15 de mayo de 1947 se celebró la primera corrida de la primera edición del serial madrileño.
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Se cumplen setenta y cinco años de la primera edición de la feria de San Isidro, un serial que inventó Livinio Stuyck, quien tras desechar el ofrecimiento de Santiago Bernabéu de formar parte de la directiva del Real Madrid, aceptó la gerencia de Nueva Plaza de Toros de Madrid, la empresa que en 1946 gestionaba la Monumental de Las Ventas y en la que, en 1947, se organizó aquel primer San Isidro. Un ciclo que estuvo compuesto de cuatro corridas de toros y una novillada y cuya viabilidad no todo el mundo acabó de ver, puesto que el apoderado de Manolete no creyó oportuno que el torero cordobés estuviese presente en aquella feria como tampoco Marcial Lalanda, apoderado de Pepe Luis Vázquez, dejó que su poderdante se anunciase más de una tarde, cuando se pretendió que fuese la base de aquel serial.
Una feria, por cierto, que comenzó con mal pie, puesto que el primer toro que se lidió, un ejemplar de Rogelio Miguel del Corral, se fue vivo tras escuchar Rafael Ortega “Gallito” los tres avisos. Tampoco se concedió ni una sola oreja a lo largo de aquellas cinco tardes y Pepín Martín Vázquez fue el triunfador al dar una vuelta al ruedo.
La primera oreja la obtuvo al año siguiente Manuel Alvarez “Andaluz” de un toro de Pablo Romero y también en 1948 se abrió por primera vez la puerta grande, por la que salió Parrita tras cortar las dos orejas a un toro de Urquijo.
La primera alternativa que se concedió en la feria fue la que Parrita otorgó a Juan Posada, el 14 de mayo de 1952. El nuevo matador cortó tres orejas y logró un triunfo impactante. El primer diestro que confirmó su doctorado fue Niño de la Palma, en 1948, de manos de Rafael Ortega “Gallito”, en tanto que la primera cornada habida en la feria fue la que sufrió Antonio Bienvenida al ser cogido por un toro de Rogelio Miguel del Corral en la función inaugural de 1947.Palomo Linares conmocionó al mundo taurino al cortar el primer rabo, el de “Cigarrón”, de Atanasio Fernández, al que lidió el 22 de mayo de 1972. El único conseguido hasta que el 9 de junio 2018 hiciera lo propio Diego Ventura al acabar con el toro “Biemplantado”, de Los Espartales.
Paco Camino, con 47 actuaciones, es el torero que más veces ha actuado en esta feria. Y el que más trofeos ha obtenido: 40 orejas. Ruiz Miguel lo hizo en 45 tardes, Julio Aparicio padre en 44 y El Viti en 43, al igual que Manzanares. Tras él figuran Antoñete, que hizo 41, Antonio Bienvenida 39 y Enrique Ponce con 38. Diego Ventura se ha convertido en el torero que en más ocasiones ha abierto la Puerta Grande de la plaza de toros de Las Ventas de Madrid, 17 en total, si bien en San Isidro lo ha hecho en 15, marca que sigue siendo récord.
Poco a poco la feria fue creciendo, tanto en extensión como en interés hasta llegar a contar con un mes de celebración y ser en todo un acontecimiento social que genera alrededor de 70 millones de euros y que en su última edición en Las Ventas tuvo casi 650.000 espectadores.
La pandemia hizo que, en 2020, por primera y única vez se dejase de dar el serial isidril, y en 2021 se celebró en Vistalegre, como ya sucediera también en 1968, si bien entonces se solaparon los festejos de Carabanchel con los de Las Ventas: aquel año, los hermanos Dominguín no habían conseguido arrebatar en concurso la primera plaza a los antiguos empresarios, por lo que, aprovechando que El Viti no había alcanzado un acuerdo para ir a la feria venteña, decidieron montar otra feria en Carabanchel y dieron cuatro festejos los días 12, 15, 19 y 26 de mayo con el de Vitigudino como base y principal reclamo.
En 2021, cuando Plaza 1 no consideró rentable montar el serial con la restricción de aforo que debido a la pandemia obligaron las autoridades sanitarias, los hermanos Matilla sí que lo vieron factible y montaron un serial de once festejos que se celebró del 13 al 23 de mayo.
A lo largo de estos tres cuartos de siglo muchos han sido los acontecimientos habidos en esta feria; muchos triunfos, grandes éxitos, faenas memorables, también fracasos rotundos y graves cornadas, convirtiéndose en el mayor escaparate del toreo en el mundo.