Aranjuez

El toreo en honor de Pedro

Talavante y Luque cortan dos trofeos y espectacular cogida de Morante en Aranjuez y un gran encierro de La Quinta

El diestro Morante de la Puebla sufre una cogida en Aranjuez.
El diestro Morante de la Puebla sufre una cogida en Aranjuez.Circuitos Taurinos

Pedro sabía de muchas cosas, pero sobre todo de los buenos momentos y los buenos amigos. A pesar de estar rodeado de mucha gente defendía la esencia, la reducía y le salían las cuentas. Las de verdad. Alejado del tumulto, como hizo en sus últimos tiempos, en su refugio sevillano, en la finca de Las Majadillas, el campo donde transitó los tiempos de pandemia y el cuartel desde donde hacía las escapadas para ir a tentar con su amigo y devoción: José Tomás. Ahí no había caminos ni alternativa. El de Galapagar era ley. En estos tiempos de regresos estaría contento. (Y nervioso). Los tres paquetes de tabaco se le quedarían cortos. Sin medida y extraordinario. En el tradicional festejo de Aranjuez se decidió rendirle homenaje algo más de un año después de su adiós. La huella es indeleble, lo saben sus hijos, que tienen mucho de él, Jacobo y Pedro. Y entre unas cosas y otras la vida pasa y hay que tirar de vez en cuando de esa frase estrella de Pedro, con su amplía sonrisa, que nos recuerda el milagro de cada instante; “no pasa nada”. Daba igual la gravedad del asunto. Así era.

Un minuto de silencio. Su nombre sobre el albero. La cuenta atrás para la realidad que Morante despachó en nada y menos con un primero de escaso poder y juego.

La conquista vino después. El saludo capotero y los delantales. Las dos varas desde la distancia del de La Quinta, el torerísimo comienzo con la rodilla en tierra tras brindar a Trapote padre. Se vino abajo el toro y poco a poco la faena, aunque los muletazos tuvieron belleza y explosionó de nuevo en el último tramo, cuando creímos todo vencido. Y de pronto, también a Morante le ocurrió.Fue un espanto. Al entrar a matar perdió en engaño y el toro no perdonó el momento. Lo cogió con mucha furia. Pareció no herirlo, pero lo dejó desmadejado. Literal. El de La Quinta acabó cayendo con media casi dos avisos después. La ovación era de las sonoras.

Bueno fue el segundo con el que Talavante firmó una faena extensa con algunos momentos de relajo y plenitud. Sin convicción con la espada. Le tocó un quinto de tremendo temple, poder justo y ritmo exquisito. Talavante lo gozó en una labor larga y esta vez sí entró la espada y el doble premio. Hubo muletazos tan bellos como extraordinariamente lentos.

Tuvo movilidad el tercero, noble, soso y punto derrotón. La faena de Luque contó con altibajos y sin acabar de alzar el vuelo.

Un toro de disfrute fue el que le salió en sexto lugar. Con un ritmo excelso, franqueza en el viaje y continuidad. Luque lo supo desde el minuto uno. Y lo disfrutó cuajándolo por ambos pitones a placer.

La tarde, el toreo, los triunfos, sus misterios y sus quebraderos.... En honor a Pedro.

Ficha del festejo

Aranjuez. Se lidiaron toros de La Quinta. Se lidiaron toros de La Quinta. El 1º, deslucido por falta de poder; 2º, bueno; 3º, repetidor, noble y punto derrotón y soso; 4º, noble y a menos; 5º, noble y con temple exquisito; 6º, extraordinario de calidad, temple y bueno . Casi lleno.

Morante de la Puebla, de habano e hilo blanco, pinchazo, estocada (silencio); pinchazo, media, dos avisos (saludos).

Alejandro Talavante, de nazareno y oro, cinco pinchazos, aviso, estocada (silencio); estocada (dos orejas).

Daniel Luque, de corinto y oro, pinchazo, estocada (silencio); estocada, descabello (dos orejas).