Un Cebada Gago desata el pánico al darse la vuelta a la entrada de la plaza
El reloj se paraba en 3 minutos y 12 segundos y el primer parte dejaba tres heridos por asta de toro y otros cuatro por contusiones
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Teo Lázaro se incorporaba a la retransmisión minutos antes del encierro para dar crédito de la gran eficacia del dispositivo sanitario. «En menos de seis minutos cualquier corredor es trasladado al Hospital» aseguraba Teo Lázaro. «Es el evento de riesgo con más seguridad del mundo» decía orgulloso. Así, la previa la dedicaban a la labor de los servicios médicos, mientras que en otros programas ya han recordado a dobladores, pastores y demás miembros del encierro.
El hierro de hoy, el quinto de estos encierros, es santo y seña de estas fiestas. Eran los astados más ligeros de peso y todo apuntaba a que la carrera sería rápida. Teo Lázaro aseguraba que es junto a Jandilla la ganadería que peor te hace dormir la noche anterior.
El encierro de este lunes contaba con bastantes menos corredores que en los del pasado fin de semana. La manada de bravos adelantaba pronto a los mansos tras la caída de uno de ellos. Los de Cebada alcanzaban la cabeza de la carrera hasta llegar a la curva de Estafeta, donde se empotraban varios de ellos. Los espacios entre la manada, que no fue agrupada, permitieron carreras muy bonitas por parte de corredores experimentados.
Pero nada tuvo que ver con los anteriores. Cuatro encierros llevábamos hasta el momentos, muy conscientes de que el capote de San Fermín había estado presente. La nobleza de las distintas reses nos habían salvado. Esta vez vino la otra realidad. Se hizo presente la fiereza, la condición brava de los toros. La dureza.
El momento más peligroso lo dejaba uno de los Cebada Gago justo antes de volver a la plaza. Éste se volvía hacia los corredores que llegaban en sentido contrario y dejó escenas de pánico. Al menos, las primeras imágenes, atisbaban un posible percance a la altura de la ingle a la entrada de la plaza.
Ya en el ruedo, otro de los toros se ensañaba con un mozo que buscaba las tablas. Lo ha volteado bruscamente en varias ocasiones mientras lo prendía por la zona del muslo. Todo apuntaba a que los servicios médicos iban a tener más trabajo que días anteriores.
En la plaza las imágenes fueron duras porque el toro se cebó y no había manera de quitarlo. Impagable el trabajo de los dobladores para llevar los toros a los corrales.
La imagen del recorrido instantes después era un parte de guerra. Mucha gente rodeaba al herido de la plaza, a pesar de que desde megafonía insistían en que dejaran trabajar a las asistencias sanitarias.
Y las caras eran otras. Hoy los corredores eran más conscientes que otros días de que se habían salvado. La de Cebada había sido Cebada en estado puro. También esto son los toros. Por eso las pulsaciones se ponen a mil. Y el miedo es miedo.
Parte médico en primera instancia
Tres corredores han sufrido este lunes heridas por asta de toro en el quinto encierro de las fiestas de San Fermín, protagonizado por los toros de la ganadería Cebada Gago, que ha dejado tres heridos por asta de toro. Todos los atendidos son hombres y mayores de edad.
Uno de los corneados, en el tramo de Telefónica, ya se encuentra en el Hospital Universitario de Navarra (HUN) con una herida en la pierna izquierda. Los otros dos heridos por asta se han producido en la Plaza de Toros, uno en la parte posterior de la pierna derecha y otro en la parte anterior de la pierna izquierda. Se encuentran estables y están siendo operados en el coso pamplonés para posteriormente ser trasladados al HUN.
Otros dos corredores ya se encuentran en el centro médico con un traumatismo craneoencefálico y por policontusiones, y se ha trasladado a un sexto mozo con un traumatismo con deformidad.
Finalmente, un séptimo atendido está siendo valorado en un centro extrahospitalario y no ha requerido traslado.