Emilio de Justo, ya sin collarín: «Ya ve la luz al final del túnel»

En el pasado San Isidro, el callejón de Las Ventas dejaba una imagen para la esperanza. El torero Emilio de Justo reaparecía públicamente tras su grave lesión cervical en el pasado Domingo de Ramos. Volvía a la Monumental acompañado de su amigo Roberto Gómez. Precisamente, el periodista deportivo había sido el encargado de presentar el evento con el que se anunciaba su gesta para el inicio de la Semana Santa.

Se trataba de una encerrona con toros de distintas ganaderías, una tarde que estaba llamada a consagrar al extremeño como figura del actual escalafón. Sin embargo, como ya todos conocen los seis oponentes se quedaron en uno, tras ser volteado violentamente por el primer toro l entrar a matar. Se fracturó las vértebras cervicales C1 y Axis C2. A pesar de lo aparatosa que es este tipo de lesión, todos coinciden en que Emilio corrió mucha suerte y que el desenlace podría haber sido aún más dramático. Finalmente, fue la tarde del sobresaliente Álvaro de la Calle, quien cumplió con oficio con la papeleta. De la Calle ahora ha visto recompensada aquella labor con oportunidades en Francia y tiene el compromiso de Plaza1 (que seguirá al frente de Las Ventas) de contar con él próximamente.

Tres meses después de aquello el extremeño ha apurado los plazos de recuperación para reaparecer el 21 de agosto en Almería en un mano a mano con Roca Rey. Anunciaba la sorpresa el empresario de Lances de Futuro recientemente, incluso cuando todavía Emilio estaba encorsetado y con un collarín que le mantenía inmovilizado.

Hace solo unas horas el entorno del extremeño confirmaba a Mundotoro que ya se le ha retirado el último collarín: «Los plazos se han acortado y han ido mejor de lo previsto. Ya llevaba un trabajo previo antes de que le quitaran el collarín trabajando el cuello para que cuando se lo quitaran estuviera fuerte. Ahora ya ha comenzado la rehabilitación más intensa y está empezando a hacer el ejercicio físico. De modo que la idea es que a final de mes pueda estar ya preparándose en el campo», tal y como cuenta su apoderado Alberto García (Tauroemoción).

El propio apoderado también ha tranquilizado sobre el estado anímico del torero: «Ya está muy feliz por ver luz al final del túnel. Llevaba durante varios años toreando entre el campo y corridas pues prácticamente sin parar, y aparte de que la lesión ha sido muy grave, le ha cortado la rutina que llevaba. Ha sido una lesión dura en cuanto a superar los dolores y tener que estar completamente inmovilizado, una persona tan activa».