Garrido corta dos orejas de un completo lote de Los Maños en Zaragoza
David Galván (vuelta al ruedo) y Juan Leal se fueron de vacío
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El diestro extremeño José Garrido fue el discreto triunfador de la corrida del día grande de las Fiestas del Pilar de Zaragoza, al cortar únicamente sendas orejas a un completo lote de toros de la ganadería local de Los Maños que le puso en bandeja un éxito más rotundo.
Con muchos partidarios de la ganadería en el tendido, que vieron siempre a favor el juego de los santacolomas aragoneses, fuera cual fuera su condición, la corrida goyesca programada para el día de la Virgen del Pilar se vivió por momentos casi como una corrida concurso.
De haber sido así, el premio al toro más completo se lo hubiera llevado de calle el tercero de la tarde, un terciado ejemplar de 462 kilos y escasamente armado, que derrochó su bravura especialmente en el último tercio, repitiendo y desplazando sus acometidas con entrega y profundidad.
No quiere decir por eso que resultara un animal fácil, algo que nunca será un toro realmente bravo, sino que exigió delante una muleta poderosa que le llevara sometido y embarcado en el largo trazo que marcaba su codicia, algo que no siempre acertó a conseguir José Garrido.
El extremeño le ligó algunos muletazos aprovechando la inercia inicial, pero desde entonces, cuando el toro pedía ser enganchado en los vuelos del engaño, la faena entró en una larga fase de altibajos, con momentos brillantes -aquellos en los que lo trajo y lo remató con los vuelos por el pitón izquierdo-, pero con otros en los que se le vio por debajo de la condición del toro por falta de una apuesta real por el toreo de mando.
La oreja que le cortó fue, por eso, menos aplaudida que la merecida vuelta al ruedo a ese toro que, junto al sexto, compuso un lote dispar pero completísimo, en tanto que ese último tuvo una dulce y clara nobleza, propicia para que Garrido hubiera redondeado su actuación con mayor contundencia.
Pero el torero de Badajoz volvió a quedarse a medio camino, pasándose siempre con escaso ajuste y poco temple unas embestidas nada exigentes, en tanto que, medido de raza pero sobrado de nobleza, el de Los Maños embestía con clase y abriéndose en los embroques, sin que su matador pusiera la suficiente carne en el asador para cuajarlo y disfrutarlo como merecía.
Aun así, en tarde de fiesta, le pidieron y le dieron otra oreja que también supo a poco ante lo que debió ser el indiscutible triunfo que el lote le puso en bandeja.
El toreo de más calidad de la tarde llegó de la mano del gaditano David Galván con el primero, un toro mansito y de poca clase al que acertó a manejar tiempos, alturas y ritmo con mucho acierto, lo que le facilitó pasárselo por la faja, y con buen gusto en la composición, sobre todo por el lado izquierdo, antes de que la presidencia le negara un trofeo que nadie hubiera protestado.
No pudo hacer lo mismo con el cuarto, que sacó genio y corto recorrido y que fue uno de los tres toros de peor juego de la corrida, ya que los otros dos cayeron en el lote de Juan Leal.
El torero francés tuvo que manejarse con cautela con un segundo que no dejó de medirle y se violentaba al ser sometido, y vio cómo los fans de la ganadería local tomaban por bueno a un quinto no tan claro y que nunca se entregó, con el que Leal se empleó en un largo trasteo, siempre muy por encima del astado, a pesar de los pitos de los impacientes.
Seis toros de Los Maños, de justa presencia y en el tipo de su encaste, que dieron un juego dispar: junto a varios de escasa raza, los hubo también encastados y bravos, destacando en especial el lote de José Garrido, de los que el tercero, “Jardinero” de nombre, número 11, negro bragado y de 462 kilos, fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
David Galván, de canela y azabache: estocada honda desprendida y tendida (vuelta al ruedo tras petición de oreja); estocada baja (silencio).
Juan Leal, de azul rey y azabache: estocada desprendida (silencio); estocada baja trasera (algunos pitos).
José Garrido, de blanco y azabache: estocada muy trasera (oreja); estocada trasera desprendida (oreja).
Entre las cuadrillas, destacó la brega de Fernando del Toro con el tercero, cuando también saludó en banderillas Juan Luis Moreno, al igual que Marco Leal hizo en el segundo.
Corrida goyesca y sexto festejo de abono de la feria del Pilar, con algo menos de dos tercios de entrada -unos 6.500 espectadores. EFE