Las Ventas

Andrades prende la tarde con entrega y un novillo que mereció mucho más

El gaditano se la jugó dos veces y dejó instantes de toreo vibrante ante “Giraldillo”, un ejemplar de los que no se pueden dejar ir en Las Ventas

Andrades prende la tarde con entrega y un novillo que mereció mucho más
Andrades prende la tarde con entrega y un novillo que mereció mucho másAlfredo ArévaloPlaza 1

En una tarde que rozó el tedio en Las Ventas, con un encierro dispar y escaso de clase de Hermanos Sánchez Herrero, Miguel Andrades emergió como el nombre más destacado gracias a su empeño sin reservas. Se llevó dos volteretas —una en el tercero, otra en el sexto—, y en ambas ocasiones se levantó para seguir toreando, dolorido pero entero, como si necesitara de esa dosis de drama para conectar con una plaza que valoró su actitud.

Fue en el tercer novillo cuando la tarde tomó temperatura. “Giraldillo”, nº 40, fue un animal con calidad por ambos pitones, transmisión y ese punto de casta que en Madrid marca la diferencia. Lo vio pronto Andrades, que calentó al tendido con unas chicuelinas galleadas al paso y un tercio de banderillas que, aunque desigual, fue vibrante. Ya con la muleta, dejó algunos muletazos con hondura, sobre todo uno al natural, hasta que un error de colocación le costó un volteretón de los que encogen el alma. Pese al susto, volvió a la cara del novillo, aunque la faena ya no alcanzó la rotundidad que el novillo merecía.

En el sexto, tras otro volteretón en banderillas, Andrades volvió a mostrar actitud. El novillo exigía más firmeza de la que su muleta fue capaz de imponer, pero el esfuerzo no pasó desapercibido y algunos pañuelos pidieron un exagerado trofeo que no llegó. Aun así, se animó a dar la vuelta al ruedo.

Álvaro de Chinchón abrió plaza con un sobrero de Aurelio Hernando que tuvo movilidad pero también muchos defectos: rebrincado, protestón, echando las manos por delante. El madrileño no logró templarlo ni sacar limpieza en las series, y la faena nunca tomó vuelo. Con el cuarto, un novillo reservón que amagaba pero no remataba, puso voluntad, pero de nuevo faltó acople. Su tarde se fue entre la discreción y las ganas sin premio.

Manuel Caballero, por su parte, tuvo en el segundo una embestida potable por el derecho, que ya apuntó en el capote. Sin embargo, no terminó de imponerse ni de convencer. El albaceteño alternó momentos de autoridad con otros más difusos, y el novillo, que nunca se entregó del todo, acabó diluyéndose. En el quinto, un animal manso y deslucido, se mostró encajado, pero no hubo apuesta ni eco en los tendidos.

Así, en un festejo desigual y sin excesiva emoción general, la nota la puso Andrades con su capacidad para levantar la tarde a base de entrega y corazón por encima de sus defectos.

FICHA DEL FESTEJO:

Domingo 6 de abril de 2025. Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Novillada de temporada. Alrededor de un cuarto de entrada en tarde nublada.

Novillos de Hermanos Sánchez Herrero y uno de Aurelio Herando, sobrero, lidiado en primer lugar tras ser devuelto el inválido titular, bien hechos y de notable presencia. Protestón el 1⁰; de potable pitón derecho el 2⁰; bueno el 3⁰; reservón el 4⁰; manso el 5⁰; y exigente el 6⁰.

Álvaro de Chinchón, de verde hoja y oro, contraria que hizo guardia y descabello (silencio); y estocada y descabello (silencio).

Manuel Caballero, de tabaco y oro, pinchazo y estocada (silencio); y estocada trasera y dos descabellos (silencio).

Miguel Andrades, de rosa y oro, pinchazo y estocada (ovación); y pinchazo, estocada, aviso y descabello (vuelta).