
Otoño
La apabullante verdad de Víctor Hernández: trofeo y fea cornada (grave)
El torero ha cortado un trofeo y resultó cogido y herido por el quinto; buena tarde de Jiménez Fortes que da una vuelta al ruedo

Cambiábamos de divisa en el tercero de la tarde. Todo lo que se habían movido los dos primeros dejó de hacerlo el de Fuente Ymbro, más a la espera, escarbando, sin definirse. La demostración de que el toreo está en la cabeza y en las muñecas lo hizo Víctor Hernández que, tiene un valor descomunal y unas maneras tan parecidas en algunas cosas a José Tomás que no solo asombra sino que da morriña (por aquello de la felicidad vivida y compartida). El toro no arrancaba, pero lo hizo el torero. Con los vuelos, el cite con las yemas, metidos los riñones, indiferente a cuál fuera el destino de la embestida del toro y así poco a poco lo que parecía que era una faena de naturales de uno en uno fue una creación emocionante e incierta que alcanzó entidad, peso, belleza y mucha calidad, porque en ese viaje Víctor le tiene cogida la medida al temple. Tras la estocada, el trofeo, pero Hernández, como pasó por San Isidro, ha dejado en Madrid mucho más. Este torero no hay que perdérselo.
La cogida
A la fuerza ocurrió en el sexto, porque en el quinto cuando salió a hacer el quite en el primer lance el toro se metió por dentro y lo cogió de manera espantosa: en el pitonazo y la forma de caer. Tremendo. Se lo llevaron corriendo a la enfermería y nos quedamos en shock. Después vimos que la cornada había sido en el gemelo, pero que aquello arrancó a sangrar con mucha abundancia. Le tocó a Fortes el toro, era el suyo vamos. Nos esperaba otro trago porque este tampoco se quita y cada dos por tres vivimos en un ¡ay! Firme y sincero el malagueño con un toro peligroso. Tremendo valor hasta para matarlo bien. Merecida vuelta al ruedo en una temporada interesante de principio a fin.
Con Fortes
El segundo no fue animal claro en los primeros tercios en los que le plantó cara Fortes, pero no fue óbice para que Víctor Hernández desafiara las embestidas casi a cuerpo limpio por gaoneras y tampoco para que Raúl Ruiz luego expusiera con los palos. Con mucha suavidad el inicio de faena, haciendo al toro, en pro del animal, con una rodilla en tierra y ya en redondo Fortes. Tuvo muchas cosas buenas el animal porque lo que hacía trasmitía, pero era incierto. En su repetición iba también la brusquedad en el viaje. Interesante toro y honesta puesta en escena de Fortes, con verdad e integridad. La espada estuvo atravesada.
La media de Uceda fue la sentencia de lo que vimos por San Isidro. Muertas las muñecas vivo el toreo. Por el derecho le sacó Jiménez Fortes un quite solo por el ese pitón. Meció a la verónica con mucho ritmo el malagueño. Precisión milimétrica necesitó después el de El Puerto de San Lorenzo, que embistió con codicia y repetición pero no admitía enganchones. (Si no era todo suave él se violentaba también). Así la faena de Uceda contó con el interés y una tanda en la que le cogió la medida perfecta. La estocada le costó algo más, pero fue fulminante. Exigente y encastado el cuarto, que devoraba el engaño de Uceda, más por arriba que por abajo el torero, por lo que el toro se hizo con el control. Incómodo y sin sitio con el desagradable sexto.
La tarde tuvo nombres propios. Se acaba la temporada. Hay toreros para rato.
Ficha del festejo
Las Ventas (Madrid). Toros de Puerto de San Lorenzo, 1º, 2º y 6º, y Fuente Ymbro, 3º, 4º y 5º, Casi lleno. El 1º, codicia y repetición; 2º, encastado, pronto, repetidor y exigente; 3º, va y viene; 4º, encastado y exigente; 5º, peligroso; 6º, pegajoso y desagradable.
Uceda Leal, de caldera y oro, media arriba, descabello, estocada fulminante (saludos); estocada (silencio); estocada (silencio).
Jiménez Fortes, de azul pavo y oro, dos pinchazos, aviso, estocada, dos descabello (saludos); estocada (vuelta).
Víctor Hernández, de azul pavo y oro, estocada (oreja). Cogido.
Parte médico: Cornada en el gemelo de 15 centímetros de pronósticos grave que le impide continuar la lidia.
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