Triunfo

Así fue la emotiva salida de Morante al balcón del Wellington en batín: "Os quiero"

El torero tuvo que asomarse ante la cantidad de gente que llegó hasta allí y coreaba "José Antonio, Morante de la Puebla", tras su triunfo en Madrid

Puerta Grande de Morante de La Puebla en Las Ventas el 8 de Junio de 2025 © Gonzalo Pérez
Puerta Grande de Morante de La Puebla en Las Ventas el 8 de Junio de 2025© Gonzalo PérezGonzalo Pérez MataFotógrafos

La tarde en que Morante de la Puebla hizo historia en Las Ventas no terminó cuando cruzó la Puerta Grande. Los ecos de ese triunfo inolvidable se prolongaron durante horas en las calles de Madrid, culminando en una escena para el recuerdo: el maestro sevillano, asomado al balcón de su habitación en el Hotel Wellington, agradeciendo el cariño de cientos de aficionados congregados a las puertas del establecimiento, y besando la bandera de España que colgaba de la fachada.

La escena fue de las que emocionan y permanecen en la memoria. El mismo hotel en cuyas habitaciones, horas antes, Morante se había vestido de luces para afrontar una tarde que marcaría un antes y un después en su carrera —y en la historia de Las Ventas— se convirtió en el escenario de un homenaje espontáneo.

La imagen del torero saludando desde el balcón mientras los aficionados coreaban «¡José Antonio, Morante de la Puebla!» ya era poderosa. Pero se hizo aún más simbólica cuando el diestro tomó entre sus manos la bandera de España, la besó con emoción y la mostró al público, provocando una ovación.

Era un momento cargado de significado. Porque el triunfo de Morante no fue uno más: fue su primera Puerta Grande en Madrid, tras una carrera jalonada de tardes expectantes, atisbos, esperas y broncas. Y fue también un triunfo que traspasó lo artístico: por la belleza de su faena, por la carga simbólica de conseguirlo en esta plaza y en esta etapa de su vida profesional, y por el torrente de emoción popular que desató.

Las imágenes del maestro sevillano en ese balcón, el beso a la bandera, los vítores en la calle Velázquez y el eco de una faena para la historia quedarán como uno de los grandes momentos de este San Isidro 2025, mientras Morante hablaba a sus seguidores desde el balcón con un "os quiero". Hay triunfos que son estadística… y otros que se convierten en leyenda. Lo de Morante, sin duda, pertenece a los segundos.