El torero Cayetano Rivera Ordóñez no hará el paseíllo este martes en la plaza de toros de Burgos. La baja se confirma tras un suceso ocurrido en la madrugada del domingo en Madrid, cuando fue detenido por desobediencia a la autoridad en un restaurante de comida rápida. Según fuentes policiales, el incidente tuvo lugar alrededor de las dos y media de la madrugada. El torero fue puesto en libertad pasadas las siete y media de la mañana del lunes.

La noticia llega en plena temporada de despedida del diestro, y la de Burgos era una de las plazas donde había anunciado que se despediría de su afición. No podrá hacerlo. “Lo que más siento es no poder estar mañana en Burgos y despedirme de su afición”, escribió en un comunicado difundido en sus redes sociales este lunes por la mañana.

En el mismo texto, Cayetano ha querido responder a algunas informaciones difundidas por medios de comunicación. “En ningún momento he protagonizado ni participado en ningún acto de agresión hacia agentes de la autoridad”, afirma. El torero lamenta que “se estén difundiendo versiones infundadas” y pide “discreción y responsabilidad” a la hora de tratar el asunto, subrayando el respeto que siente por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Por el momento, no han trascendido más detalles sobre el contenido de la detención ni sobre las causas concretas que llevaron a los agentes a intervenir. El episodio ha tenido lugar en un contexto sensible para Cayetano, que se encuentra inmerso en la temporada de despedida tras anunciar su retirada de los ruedos al término de esta campaña.

La baja del torero en Burgos altera el cartel de la feria de San Pedro y San Pablo, una cita que contaba con gran expectación precisamente por la presencia del diestro. Se espera que en las próximas horas se anuncie su sustituto o la reconfiguración del cartel previsto para el martes.

Más allá del suceso, la situación plantea un debate sobre el eco mediático de las figuras públicas y los juicios apresurados en redes y medios, donde la inmediatez suele imponerse a los matices. Cayetano, por ahora, ha hablado solo por escrito. El ruedo de Burgos, que esperaba despedirle entre aplausos, tendrá que quedarse esta vez con la ausencia.