
Las Ventas
Cid de María impone su concepto; El Mella y Candelas ponen el corazón
El alcarreño marcó diferencias en Madrid con gusto y colocación, aunque sin el ajuste necesario para levantar al tendido, en una tarde en la que El Mella y Candelas demostraron valor y sufrieron dos espeluznantes volteretas

La novillada de esta noche en Las Ventas, con reses de Los Maños de justa presentación y en general manejables, tuvo un nombre propio: Cid de María. El alcarreño dejó claro que posee el concepto más definido de los tres actuantes, aunque su falta de ajuste privó a sus faenas de la emoción que exige Madrid.
Ya en su primer turno, con el segundo de la tarde, un novillo noble, bueno y enclasado, Cid de Maríaa se encajó por ambos pitones toreando con gusto y naturalidad, pero sin terminar de apretarse. Ese punto de distancia hizo que la faena, pese a su limpieza, no prendiera en el tendido. Volcado sobre el morrillo, cobró una estocada de efecto fulminante que animó a algún pañuelo, pero todo quedó en una vuelta al ruedo entre algunas protestas.
Con el quinto, de obediencia sin más, volvió a mostrar su capacidad para colocarse, medir las distancias y tirar del novillo. Ya con el capote dejó verónicas templadas y una media de buen trazo. En la muleta, todo lo hizo bien para aprovechar lo poco que ofrecía el astado, llegando incluso a robar un natural de notable factura. Pero otra vez el ajuste marcó la diferencia, y la espada terminó por emborronar lo conseguido.
El debutante en esta plaza El Mella dejó una tarjeta de presentación marcada por el arrojo y la entrega. En su primero, de mucha movilidad y cierta obediencia, destacó en los medios con un cambio de viaje por la espalda y, dos series después, por derechazos pausados y templados. Sin embargo, la ambición le llevó a amontonarse, diluyendo lo bueno antes de un tremendo susto con la espada, cuando quedó colgado del pitón durante unos segundos eternos.
Con el cuarto, saludó de rodillas con cinco faroles de rodillas, pero en la muleta la faena careció de estructura. Tras un inicio por estatuarios y un cambio por la espalda, no consiguió gobernar las embestidas cada vez más deslucidas del novillo. Hubo muletazos sueltos, sin hilo conductor, pero mató con habilidad y recibió un porrazo en el pecho antes de saludar una ovación.
Ignacio Candelas, también en su presentación, se midió en el tercero con un novillo sin entrega que ya con el capote le lanzó un violento volteretón. La faena, ayudada por los toques enérgicos de su muleta, tuvo un par de series solventes, pero sin llegar a exigir al toro, que llegó entero a la suerte suprema. Un primer intento fallido le dejó a merced del astado y sufrió otra aparatosa voltereta antes de dejar una estocada y un descabello, marchando después a la enfermería.
Regresó vendado para lidiar el sexto, un novillo con transmisión y calidad. Hizo de tripas corazón para mantenerse en el sitio, aunque no siempre estuvo bien colocado, y corrió la mano con intención. Su bisoñez se notó, pero la actitud fue irreprochable ante un novillo que pedía y merecía más.
FICHA DEL FESTEJO:
Jueves 7 de agosto de 2025. Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Novillada nocturna. Alrededor de un cuarto de entrada.
Se lidiaron novillos de Los Maños, dispares en su justa presencia. presencia. 1⁰, con movilidad; 2⁰, noble y bondadoso; 3⁰, sin entrega; 4º, sin celo; 5⁰, obediente; y 6⁰, con transmisión y fondo.
El Mella, de salmón y oro, contraria que hizo guardia, dos pinchazos y descabello (silencio); y estocada (ovación).
Cid de María, de gris plomo y oro, estocada defectuosa (vuelta); y cinco pinchazos, aviso, media caída, pinchazo, aviso y descabello (silencio).
Ignacio Candelas, de sangre de toros y azabache, pinchazo, estocada, aviso y descabello (ovación); y estocada trasera baja y tendida, tres descabellos y aviso (silencio).
El Mella e Ignacio Candelas se presentaron con "Volador", nº 39, y "Cupletero", nº 34, respectivamente.
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