Las Ventas

La explicación de por qué a esta Feria de San Isidro 2025 no le salen las cuentas

Alejandro Talavante sale a hombro y Morante lo hace en una Puerta Grande antológica, pero en Beneficencia

El diestro Alejandro Talavante durante la corrida de la Feria de San Isidro celebrada este viernes en la Plaza de Torosde Las Ventas. EFE/Juanjo Martín
El diestro Alejandro Talavante durante la corrida de la Feria de San Isidro celebrada este viernes en la Plaza de Torosde Las Ventas. EFE/Juanjo MartínJUANJO MARTINAgencia EFE

La Feria de San Isidro 2025 se cierra con un balance tan paradójico como revelador: solo una Puerta Grande, la de Alejandro Talavante en la jornada inaugural del 9 de mayo, en medio de un serial repleto de faenas de alto nivel que la espada se encargó, una y otra vez, de frustrar. Esto teniendo en cuenta que la antología de Morante de la Puebla en Beneficencia se considera fuera de feria.

El extremeño Alejandro Talavante consiguió abrir por sexta vez en su carrera la Puerta Grande de Las Ventas tras cortar dos orejas a un magnífico toro de Victoriano del Río, de nombre Misterio. Fue, sin embargo, la única faena rubricada con las dos orejas durante el ciclo, pero no la de más entidad del serial.

Y no la única que las mereció. La espada ha sido protagonista amarga de una feria que dejó numerosas obras para el recuerdo sin el premio completo. Miguel Ángel Perera acarició el triunfo grande el 11 de mayo con el imponente Amargado, de Fuente Ymbro. Fernando Adrián, el 16 de mayo, pinchó una faena de dos orejas con Frenoso, de Victoriano del Río, toro que a la postre sería reconocido como mejor toro de San Isidro 2025. Fortes firmó el 21 de mayo una tarde de gran clasicismo y temple ante un lote de Araúz de Robles, donde, de nuevo, el acero le privó de mayor premio. Y se declaró gran triunfador emocional del ciclo sin haber paseado ni un trofeo.

Otro momento de gran emoción fue la faena de Tomás Rufo al sexto de Victoriano del Río, Alabardero, que de nuevo mereció el doble trofeo que la espada se encargó de diluir.

Junto a estas faenas de altura, la espada también pudo haber privado de mayores glorias a otros nombres destacados. El 10 de mayo, Víctor Hernández, revelación del ciclo, dejó una gran impresión. Y esa maravillosa sensación de que peso en la plaza no es pasajero. El 14 de mayo, Isaac Fonseca se enfrentó a Brigadier, de Pedraza de Yeltes, único toro premiado con la vuelta al ruedo en todo el serial. Tampoco fue el único toro que la mereció. Y no faltaron las emociones en las dos tardes de Diego Ventura (17 y 31 de mayo), elegido mejor rejoneador de San Isidro, o en la vibrante actuación de Román el 25 de mayo, todos ellos recompensados con una oreja.

Faenas de un trofeo

El trofeo de una oreja también fue paseado por nombres como Uceda Leal, Emilio de Justo, Pablo Aguado, Roca Rey, Rafa Serna, Gómez del Pilar y Borja Jiménez. A ellos se sumaron los rejoneadores Rui Fernandes y Lea Vicens, así como el novillero Aarón Palacio. En total, quince faenas fueron premiadas con una oreja a lo largo de la feria.

14 vueltas al ruedo

Por su parte, catorce vueltas al ruedo dejaron constancia de faenas de notable contenido: dos para David Galván, y una para Ginés Marín, Román, Jesús Enrique Colombo, Fernando Adrián, Fortes, Tomás Rufo, Juan de Castilla, Marco Pérez, Alejandro Peñaranda, Sebastián Castella, Fernando Robleño y el novillero El Mene.

Así concluye un San Isidro de 2025 que ha dejado una sensación inequívoca: la calidad artística ha estado muy presente en el ruedo, pero la espada ha sido, esta vez, el muro que ha frenado un mayor balance de Puertas Grandes y grandes triunfos. Un año de faenas para el recuerdo… y para el lamento de lo que pudo ser.

A Morante no se le resistió en Beneficencia y la locura fue colectiva. E inolvidable.