Explosivo y accidentado cuarto encierro de Fuente Ymbro (con parte médico)

La magia de los Sanfermines está, entre otras muchas cosas, en los contrastes tan brutales que definen cada instante. Ocurre en cada esquina. También a las siete de la mañana. Incluso antes, a las seis cuando sales del hotel pensando que estás poniendo las calles y te encuentras con ellas abarrotadas y colas inmensas para entrar en la plaza de La Misericordia. Pamplona es así. Maravilla. La plaza espera, llena de nuevo desde las siete de la mañana con la fiesta continua, mientras las calles del recorrido nada tienen que ver. El mismo duro contraste que volverá a repetirse por la tarde. La fiesta en los tendidos y la verdad en el ruedo. Música, baile y animación mientras al otro lado los corredores pasan lo suyo repitiendo las mismas costumbres y manías cada jornada en esa desesperante cuenta atrás.

Solo el cántico a San Fermín une a uno y otro lado del río, entiéndase de la plaza. Los dos mundos que volverán a unir los toros de Fuente Ymbro cuando hagan el recorrido y la incertidumbre esté desvelada al pasar por la puerta de toriles. Tres cánticos tres desmenuzan el miedo mientras van entrando los primeros no corredores, que son pitados al entrar el ruedo, territorio sagrado profanado. Los dobladores, por allí, hacen un excelente trabajo. De ellos depende que todo salga bien. Y así lo hacen.

El cohete se descorcha y los toros ya están en el recorrido para protagonizar una carrera explosiva y veloz, en la que los toros a su paso arrollan a varios corredores con espectaculares volteretas. Así se ve desde la plaza. Entendemos que hay un toro protagonista, porque lidera la carrera y las volteretas. La emoción llega aquí y allí. Dos minutos y veinte segundos de carrera que pasan rapidísimo. La emoción arolla hasta que vemos asomar los primeros toros por la puerta de la plaza y, eso sí, pasan rápido.

La mayor sorpresa es esperar al parte médico y a pesar de que hemos visto volar, literalmente a varios corredores, durante el recorrido y también a la entrada de la propia plaza el parte médico provisional, arroja cinco traslados por contusiones al Hospital de Navarra y ninguno por asta de toro. Se confirma la generosidad de San Fermín cada mañana a las ocho en punto. Mañana volveremos a cantarle.

Esta tarde serán Miguel Ángel Perera, Daniel Luque yGinés Marín los diestros que estoquerán la corrida de toros. Valientes.